Agentes de la Policía Local interceptaron en una avenida de la ciudad de Lugo a un ciclista que cuadriplicaba la tasa de alcohol permitida para la conducción de cualquier tipo de vehículo, que en la actualidad se sitúa en 0,25 miligramos por litro de aires expirado.
En concreto, el ciclista arrojó una tasa de alcohol de 1,10 mg/l, lo que supone que es «muy superior incluso a la que desencadenaría una imputación penal en el caso de conductores de vehículos a motor», según apunta la Policía Local de Lugo.
Este suceso se produjo la semana pasada, cuando también fueron interceptados cuatro conductores por conducir bajo los efectos del alcohol.
Las actuaciones se enmarcaron en los dispositivos semanales de prevención y control de la seguridad viaria en la ciudad amurallada, donde la Policía Local desarrolló distintas intervenciones orientadas a la detección y erradicación de conductas de riesgo para la circulación.
En este sentido, agentes del cuerpo de seguridad interceptaron un turismo cuyo conductor realizaba una circulación errática, a velocidad anormalmente reducida y con señales de conducción contradictorias.
Posteriormente a su identificación, se comprobó que el conductor carecía de cualquier tipo de permiso de conducción y arrojó una tasa de alcoholemia de 0,77 y 0,68 mg/l en aire expirado. Asimismo, su acompañante reconoció ser consciente de esta circunstancia, por lo que fue citada como cooperadora necesaria. Por ello, se les instruyeron a ambos diligencias por los delitos a la seguridad vial.
También, durante un filtro de control preventivo en el centro de la ciudad se encontraron otros dos conductores con una tasa de 0,37 mg/l e 0,40 mg/l y otro con una de 0,34 mg/l.
INTERVENCIONES ASISTENCIALES
En cuanto a las intervenciones asistenciales de la pasada semana, la policía respondió a la llamada de una mujer que no conseguía contactar con su hermano enfermo. Al desplazarse al domicilio comprobaron que el hombre respondía, pero no conseguía abrir la puerta.
Ante la sospecha de que pudiese estar en mal estado, accedieron al interior de la vivienda, comprobando que el hombre se encontraba con síntomas de desorientación. Los servicios sanitarios valoraron la situación y lo trasladaron al Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA).
Por otra parte, los agentes fueron requeridos en otro domicilio para auxiliar a una mujer de 91 años que se había caído de la cama. Tras comprobar que no presentaba lesiones, la dejaron en una posición segura, acompañada de su hija.
Finalmente, un ciudadano de avanzada edad solicitó auxilio porque su esposa también se había caído en su domicilio y no era capaz de incorporarla. La policía acudió a ayudar a levantarla y sentarla de forma segura.