Un ciudadano y una agente de la Guardia Civil salvaron la vida a un vecino de Ponte Caldelas (Pontevedra) al que practicaron una reanimación cardiopulmonar (RCP) el pasado 26 de septiembre.
Según informa el Instituto Armado, aquel día una patrulla de la Compañía de la Plana Mayor de la Comandancia de Pontevedra, de servicio de conducción de presos, pasó por el lugar de Cuñas y observó una aglomeración de gente en torno a una persona tendida en el suelo.
En ese momento, un ciudadano estaba practicándole una RCP, pero ante la grave situación la patrulla de la Guardia Civil paró el vehículo y una agente le dio el relevo y continuó la maniobra hasta que llegó una ambulancia medicalizada.
Pasados unos días, tuvieron conocimiento de que la persona auxiliada estaba ingresada en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Montecelo de Pontevedra y que «evoluciona favorablemente», tal y como informa la Guardia Civil.
La médica asistencial del 061 agradeció «como profesional y ciudadana» la atención que le prestaron: «No solamente salvaron su vida, sino que gracias a ellos este ciudadano puede continuar haciendo una vida absolutamente normal».
La Guardia Civil considera de gran importancia los cursos que se imparten a sus agentes y que incluyen técnicas de reanimación cardiorrespiratoria, de soporte vital básico (SVB), el uso de desfibriladores y prácticas de primeros auxilios.