El Ayuntamiento de Vigo ha ordenado a los propietarios de los edificios número 11 y 13 de la calle Fisterra que procedan a su «inmediato desalojo» por el «deficiente estado» de su instalación eléctrica.
Tal como ha informado el gobierno local en un comunicado, también se ha solicitado el corte del suministro eléctrico de ambos inmuebles con el fin de evitar el riesgo que supone para la seguridad de los moradores.
Fue en la mañana de este jueves cuando el Ayuntamiento procedió a notificar a los inquilinos de ambos edificios que tenían que abandonar sus casas. En total son unas 42 personas en régimen de alquiler, a las que el Ayuntamiento les ofrecerá una alternativa residencial temporal en hostales u hoteles de la ciudad.
«El Ayuntamiento garantizará a todas las personas trasladadas el pago de las pernoctas durante el tiempo de desalojo. Se trata de una situación transitoria en la que los propietarios deben solucionar la situación de peligro», ha subrayado el gobierno local.
La actuación de Urbanismo se activó después de la reclamación de una de las residentes la semana pasada, por lo que funcionarios comprobaron este pasado martes que la instalación eléctrica está en mal estado y genera riesgos para las personas.
El Ayuntamiento ha explicado que los propietarios de los edificios tenían varias resoluciones de fechas anteriores y ejecutaron las medidas urgentes que se les exigió. En todo caso, y dado a que no acometieron otras mejoras de conservación, se les impusieron multas en diferentes ocasiones, la última a principios de este mes.
Pese a que en la visita de esta semana no se observó ningún peligro estructural del edificio, sí se detectaron problemas en la instalación eléctrica dentro de las viviendas. Dado el incumplimiento de estas resoluciones previas, se tomó la medida de desalojo y corte del suministro eléctrico por seguridad, instando a la propiedad a renovar la instalación.
En el dispositivo han participado agentes de la Policía Local, una trabajadora social del Ayuntamiento y personal del área de Medio Ambiente. También agentes de la Policía Nacional han acudido a la zona.
VECINOS
Por su parte, los inquilinos han denunciado la situación en la que viven dentro de estos pisos. Según han dicho, ambos sufren filtraciones de agua, que en días como el de hoy, con fuertes lluvias, se multiplican.
En declaraciones a Europa Press, también han lamentado las condiciones de salubridad de los inmuebles, con cucarachas y ratas, sobre todo en la zona del patio interior. Asimismo, son muchos los inquilinos que entran y salen de los edificios, debido a que se alquilan por habitaciones.
Pese a que sí han reconocido que «dos o tres» están ‘okupando’ una vivienda, el resto ha reivindicado que paga su alquiler mensualmente, que ronda entre los 150 y los 200 euros.
Por su parte, vecinos de la zona también han comentado que el transcurso de personas es muy habitual, debido a que «viven hacinados», en habitaciones «muy pequeñas». Ellos han explicado que en varios ocasiones ha acudido la Policía a la zona a inspeccionar el edificio, tal como confirmó el propio Ayuntamiento.