El Sindicato CSIF ha denunciado una agresión a dos funcionarios en el Centro Penitenciario de Monterroso por parte de un interno del penal lucense.
Según ha indicado el sindicato a través de una nota de prensa, el incidente se produjo el domingo sobre las 14,15 horas. Al parecer, el interno comenzó a gritar y a insultar a los funcionarios. Por este motivo, en presencia del jefe de servicios y de varios funcionarios, fue esposado y le aplicaron aislamiento provisional.
Una vez en el departamento de aislamiento, le quitaron las esposas y, en ese momento, el interno «aprovechó para abalanzarse y agredir al funcionario con un cabezazo en el tabique nasal», además de «pegar patadas» a otro trabajador del penal.
Como consecuencia de este «repentino ataque», resultaron heridos estos dos funcionarios de diversa consideración y fueron llevados al centro hospitalario de referencia.
La Sección Sindical del CSIF del Centro Penitenciario de Monterroso ha querido recordar que los funcionarios de prisiones siguen «sin ser nombrados agentes de la autoridad», algo que, según destaca, «genera una sensación de impunidad en los internos» y, en consecuencia, «las agresiones a los funcionarios de prisiones aumentan preocupantemente».
El sindicato ha detallado que durante el 2022 los trabajadores penitenciarios sufrieron un total de 453 agresiones. Además, ha señalado que respecto al año 2021 se multiplicó casi por tres el número de funcionarios lesionados.
Apunta también que en lo que va de 2023 las agresiones van en aumento y que en las estadísticas que facilita la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias no se contabilizan los insultos, amenazas de muerte, empujones, escupitajos o tocamientos, si no dejan marca física que se pueda reflejar en un parte médico.
«DEFICIENTE POLÍTICA DE TRASLADOS»
Por otra parte, CSIF ha afirmado que ya ha denunciado en varios escritos la «deficiente política de traslados» de población reclusa al centro monterrosino, sin que hasta el momento haya recibido respuesta.
Así, la sección sindical considera que la situación es «inadmisible», puesto que recientemente este centro fue clasificado como Grupo C, es decir, con «población con bajo perfil conflictivo, en régimen de semi-libertad o con aplicación de penas y medidas alternativas».