Un grupo de niños pontevedreses han compartido sus experiencias durante el confinamiento con el alcalde de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores, al que también han puesto deberes: más fiestas y eventos en la calle y una zona de juegos cubierta para el invierno.
Así, este martes, María, Lucía, Candela y Nico han sido los encargados de trasladar sus experiencias tanto al alcalde como al pedagogo italiano Francesco Tonucci, que participó en el encuentro de manera telemática.
Durante los casi dos meses de confinamiento, los más pequeños se han enfrentado a una nueva realidad, marcada por el fin de las clases y la añoranza por el contacto con sus amigos, algo que la tecnología pudo paliar pero no sustituír.
Tanto María y Lucía, vecinas de la parroquia de Lérez, como Nico y Candela, residentes en la ciudad, han coincidido en la descripción de sus experiencias del confinamiento, que centraron en tres puntos: la preocupación inicial y el miedo a que se contagiasen sus padres o abuelos; la carga de tareas escolares y el uso de las vídeollamadas para mantener el contacto con los amigos.
Sobre las tareas escolares, en las que los padres y madres y la tecnología trataron de trasladar a los hogares el trabajo de los profesores, los más pequeños las encontraron «igual de aburridas» que en el ‘cole’.
Pero lo que más echaron en falta fue el contacto y los juegos con sus compañeros, algo que las videollamadas no pudieron sustituir. Así, Nico relató la frustada celebración telemática de la fiesta de cumpleaños de un compañero. «Hablábamos todos a la vez y no nos enterábamos de nada».
A estas experiencias, también sumaron otras positivas como todo el tiempo que el confinamiento les permitió pasar con los padres y las tareas compartidas, algo que consideraron «extraordinario», y también coincidieron en destacar la «alegría» de la vuelta a la calle en la última semana.
FERNÁNDEZ LORES
Este encuentro con niños y niñas del municipio se encuadra en los contactos que el regidor pontevedrés está manteniendo con diferentes sectores sociales y profesionales para analizar las necesidades derivadas de la crisis sanitaria.
El encuentro se celebró en el Teatro Principal con una reducida (atendiendo a las restricciones de la desescalada) representación de la población infantil tanto de la zona urbana de la ciudad como del rural.
Durante su intervención, Miguel Anxo Fernández Lores ha asegurado que, en este momento, Pontevedra se revela como «ejemplo y referente urbano» para ciudades que precisan adaptar sus espacios públicos a la situación ‘post-Covid’, que exige más espacio público disponible para que las personas puedan mantener la distancia social y moverse con seguridad.
En este sentido, Tonucci les ha dicho a los niños que tienen «la suerte de vivir en una ciudad como Pontevedra, que ya ha dado pasos muy importantes que otras ciudades aun no dieron, y que es un ejemplo hacia el que están mirando desde todas las partes del mundo».
El pedagogo también ha aprovechado para animar a los chavales a «ser embajadores de Pontevedra» porque son quienes conocen «de primera mano cómo tiene que ser una ciudad pensada» para los más pequeños.
Por último, Tonucci ha hecho una propuesta al alcalde para que destine una jornada específica en la que la ciudad sea solo para los niños, sin adultos, para que demuestren «cómo son capaces de inventar juegos nuevos con normas nuevas, cómo mantener la distancia y llevar mascarilla». Una propuesta que Fernández Lores se ha comprometido a valorar.