Los sindicatos CESM, Prosagap y Cobas han acusado a la gerencia del Área Sanitaria de Pontevedra y O Salnés de «maquillar» los datos aportados sobre la tasa de profesionales sanitarios contagiados por COVID-19 y han recordado no se ha sometido a las pruebas de detección a toda la plantilla.
Así se han pronunciado después de que la gerencia denunciase una campaña de desprestigio contra la gestión de la pandemia realizada en el Área Sanitaria. Además, la dirección difundió que 114 sanitarios de su plantilla arrojaron un resultado positivo en COVID-19, lo que supone un 2,9% del total, y detalló que el 60,2% de los empleados de los centros de la zona fueron sometidos a alguna prueba de detección de coronavirus.
Ante esta situación, las centrales han afirmado que «el total de casos COVID-19 positivos acumulados a fecha 7 de mayo en toda la población del Área, era de 858 (PCR+), de los que 125 corresponden a profesionales sanitarios», lo que supone que estos trabajadores representan «el 14,56% de los infectados».
Así, han denunciado que analizar la tasa de contagios en relación al volumen del trabajadores de los centros sanitarios supone realizar «una interpretación parcial e intencionadamente favorable del estudio» dado que no se ha sometido a todo el personal a las pruebas de detección de COVID-19. También han afirmado que los test no se realizaron «en el tiempo y la forma» adecuados.
MATERIAL DE PROTECCIÓN
Respecto al material de protección facilitado, los sindicatos han señalado que se entregaron 5.545 mascarillas diarias en marzo y abril para los 3.942 profesionales del Área Saniaria, «lo que da un resultado de 1,4 mascarillas por trabajador y turno».
A ese respecto, CESM, Prosagap y Cobas han lamentado que la cifra de mascarillas entregadas represente «menos de la mitad» del volumen solicitado por el Comité de Seguridad y Salud Laboral y han remarcado que la normativa de Protección de Riesgos Laborales «establece que son necesarias tres mascarillas por trabajador y turno».
En esta línea, los sindicatos han afirmado que los Equipos de Protección Individual (EPI) repartidos han sido «insuficientes» y, en algunos casos, de «mala calidad».
Adicionalmente, las centrales han lamentado que la formación para afrontar esta pandemia no se impartiese a todo el personal «a tiempo» y han criticado el funcionamiento de los mandos intermedios, además de asegurar que «muchos» centros del Área Sanitaria «no han sido supervisados por la Unidad de Prevención y Riesgos laborales».
Así las cosas, CESM, Prosagap y Cobas han reprobado que la gerencia del Área Sanitaria de Pontevedra y O Salnés priorice «vender su gestión» sobre la puesta de material de protección a disposición de los trabajadores «para evitar el incremento de contagios y la expansión del virus». De este modo, han reprobado la «falta de empatía» y el «desprecio habitual» mostrado por la dirección actual y las precedentes hacia los trabajadores y han instado a la gerencia a «reflexionar y a retomar el diálogo».