La Asociación de Municipios del Camino de Santiago está preparando una serie de protocolos, medidas y directrices, especialmente destinadas a los albergues, para que puedan acoger a los peregrinos siguiendo las normas sanitarias e higiénicas derivadas de la prevención de la COVID-19.
Para esta asociación, «uno de los pilares» de la reactivación del Camino de Santiago «será la confianza en las medidas higiénicas y sanitarias que se pongan en marcha», especialmente en los albergues, en los que los peregrinos pasan mucho tiempo.
Para ello, en primer lugar, la asociación está creando un documento con todas las características físicas de los albergues públicos y de acogida tradicional del Camino de Santiago para implantar «con celeridad» las medidas que apruebe el Gobierno una vez sean más concretadas.
De ese modo, con los ratios de distancias interpersonales y ocupación por metros cuadrados, el Camino estará «en disposición de saber a cuantos peregrinos, y de qué forma, pueden acoger los albergues, así como los espacios que deberán ser cerrados».
De forma paralela, los municipios del camino también están desarrollando una tecnología que servirá para que sus socios, más de 100 localidades, y otras instituciones y peregrinos, sepan en tiempo real que ocupación tienen los albergues. La asociación busca ahora financiación de otras instituciones para que su implementación «sea lo más amplia posible».
Por otra parte, los albergues «contarán con las reglas sanitarias trasladadas a sus propios espacios». «Dos expertos en salud están adaptando los consejos sanitarios a la realidad cotidiana de los albergues de peregrinos y estos serán trasladados a los albergues cuando tenga el visto bueno de las autoridades sanitarias», han subrayado.
La última medida, inciden, es «la identificación de todos los elementos barreras» de los que tendrán que disponer los albergues para «separar espacios y proteger a los peregrinos y hospitaleros».