La consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, ha iniciado esta semana la tramitación de tres expedientes sancionadores a personas que se saltaron el confinamiento y fueron a practicar pesca deportiva en varios ríos gallegos.
Según informa la Xunta, sus agentes medioambientales están incluidos entre los servicios esenciales y habilitados para apoyar las tareas de control y cumplimiento del aislamiento social derivado del estado de alarma.
En este sentido, en colaboración con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), los efectivos de la Consellería de Medio Ambiente presentaron esta semana tres denuncias por localizar a tres personas que vulneraron el confinamiento.
El primer caso fue detectado el pasado lunes, día 6 de abril, y se trataba de un individuo que pescaba en las inmediaciones del río Lambre, en Irixoa (A Coruña). No presentaba licencia para esta actividad y poseía artefactos prohibidos, además de tres ejemplares de trucha común «que no respetaban la talla mínima», remarca la Xunta.
El segundo fue el pasado Jueves Santo, 9 de abril. En esa jornada, los agentes dieron el alto a una persona que pretendía pescar en el área recrativa de Barís, en Carballo (A Coruña), con una caña montada con cuchara, y a la que no se le interceptaron ejemplares.
Por último, en la madrugada del Jueves Santo al Viernes Santo, efectivos de Medio Ambiente y del Seprona sorprendieron en Salvaterra (Pontevedra) a un pescador furtivo en una estacada dedicada a la lamprea en el río Tea.
En este caso, indica la Xunta, los actuantes se incautaron de cuatro ejemplares que fueron comisados y entregados a un centro benéfico para su consumo, tal y como establece la normativa de pesca fluvial.
Este ciudadano no solo será denunciado por incumplir el confinamiento del estado de alarma, sino también por realizar la actividad cuando la pesca fluvial está suspendida.