La Xunta ha remitido escritos a las embajadas de España en diferentes países en cuyas aguas faena la flota gallega las dificultades y problemas que han surgido por la crisis del coronavirus, como la imposibilidad de realizar relevos de tripulantes o la saturación del almacenamiento frigorífico por el cierre del mercado.

La Dirección Xeral de Relacións Exteriores e coa UE en colaboración con la Consellería do Mar y la Secretaría Xeral da Emigración contacta con las embajadas españolas de países como Perú, Cabo Verde, Sudáfrica, Nueva Zelanda o Namibia para trasladar la «preocupación» por la actividad de los tripulantes de la flota de arrastre congeladora o la del palangre de superficie que faenan en aguas exteriores.

Estos barcos deben hacer frente estos días a los obstáculos provocados por la crisis global que ha desatado la pandemia de COVID-19, como la imposibilidad de hacer relevos en las tripulaciones por la cuarentena y las restricciones de movimiento, lo que acontece en puertos como el de Callao (Perú), Montevideo (Uruguay) o en África.

También preocupa en el sector la protección de los tripulantes ante el virus y la disminución del mercado, así como la saturación de la capacidad para el almacenamiento del pescado en figrorífico, que se debe al cierre de los canales de distribución a terceros países, la reducción de la actividad y la paralización de la hostelería en España por la declaración del Estado de Alarma.