Jesús Vázquez González y Francisco Domingo García Montes han formalizado este viernes una querella ante los juzgados de instrucción de Vigo por crímenes de lesa humanidad, como víctimas de torturas por parte de agentes policiales, cometidas en 1976 durante los días que estuvieron detenidos e incomunicados en la Comisaría de Luis Taboada, en la ciudad olívica.
Esta querella se suma a otras ya presentadas en diferentes juzgados de Galicia y de España por personas represaliadas durante el régimen franquista. En este caso, estos dos querellantes fueron detenidos en julio de 1976, en una cafetería de Vigo, por su militancia política y sindical en la Unión do Povo Galego (UPG).
Tras cinco días en la Comisaría de Luis Taboada, donde fueron «sometidos a torturas de forma continua», ambos fueron trasladados, sin juicio, a la antigua prisión de la calle Príncipe, sede hoy del Museo Marco, donde estuvieron varios días en régimen de aislamiento, antes de pasar al módulo 3, como «presos políticos».
Jesús Vázquez y Francisco Domingo García han formulado querella contra 12 agentes, miembros de la sección local de Investigación Social de la Comisaría de Vigo y contra dos agentes del servicio de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.
LLAMADA DE ATENCIÓN DE LA ONU
Esta querella se suma a las más de 115 querellas presentadas ante tribunales españoles por personas represaliadas, que quieren ejercer su derecho a la «verdad, justicia y reparación». La asociación CEAQUA, impulsora de la denuncia, ha recordado al respecto que en julio de este año el Comité de Derechos Humanos de la ONU ya afeó al Estado español que estos procedimientos no den lugar a actuaciones penales efectivas y le instó a adoptar medidas para garantizar que no se aplique la amnistía ni la prescripción cuando se trata de violaciones de los derechos humanos durante la Guerra Civil y durante la dictadura franquista.
La portavoz de CEAQUA, Irene Álvarez, ha puesto en valor que esta querella se presenta cuando se cumplen 50 años de la muerte del dictador Franco, y también de los asesinatos por parte del régimen de Moncho Reboiras, Ángel Otaegui, Juan Paredes ‘Txiki’, Ramón García Sanz, José Luis Sánchez Bravo y Xosé Humberto Baena.
Asimismo, Irene Álvarez ha reivindicado, tanto la Comisaría de Luis Taboada (que todavía alberga dependencias policiales) como el propio Museo Marco, como «lugares de memoria democrática», y ha incidido en que la detención y tortura de estos querellantes se enmarcó en un sistema dictatorial en el que estas prácticas eran habituales en comisarías y cuarteles.
Según ha señalado, lo habitual es que los juzgados españoles no admitan a trámite las querellas por estos crímenes, a pesar de que están avaladas por el «derecho internacional», y ha explicado que, de las presentadas en Galicia, solo se ha admitido a trámite la interpuesta por Manuel Reboiras Noia por torturas.
«SILENCIO TREMENDO»
Por su parte, tanto Jesús Vázquez como Francisco Domingo García Montes han reivindicado la necesidad de «pelear por la memoria histórica», en un contexto en el que proliferan las ‘fake news’ y el negacionismo de lo ocurrido. «Estamos ante acciones que nos tratan de llevar a una nueva dictadura», han lamentado, en alusión a la derecha y la extrema derecha.
En ese sentido, han apelado a «trabajar desde abajo» para «sacar a la luz» una historia sobre la que, a partir de la muerte de Franco, se impuso «un silencio tremendo» por parte de políticos de todos los espectros ideológicos. «Es fundamental no olvidar, y reivindicar la memoria, la justicia y la verdad», han proclamado, y han criticado que la actual política de memoria histórica no ha podido pasar de ser «algo de cartón piedra».