Dos hombres de origen albanés acusados de perpetrar más de una docena de robos en cinco días en viviendas de las provincias de Pontevedra y Ourense han aceptado este martes una condena de cuatro y cinco años de prisión, respectivamente, así como la expulsión del país.

Así lo ha acordado su abogado en una sesión fijada para este martes en los juzgados de Santiago de Compostela, que finalmente no se ha celebrado tras alcanzar un acuerdo. Inicialmente, el juicio había sido señalado en el mes de octubre, pero en esa ocasión tuvo que suspenderse por la falta de un intérprete fiable para los acusados.

En este caso, las partes se han reunido y han llegado a un acuerdo, según el cual, los procesados serán condenados a una pena de prisión de cuatro años en el caso de uno de ellos, y de cinco en el otro, que también está acusado de falsedad documental.

Ya que ambos llevan en prisión desde el momento de su detención, hace un año, uno de los condenados no tendría que cumplir más pena de cárcel, que sería conmutada por expulsión inmediata del país. El otro, que tiene antecedentes, permanecería en prisión hasta el mes de abril, cuando también sería expulsado.

El acuerdo se ha condicionado a que ambos paguen un adelanto de las indemnizaciones a las víctimas de 10.000 euros, por lo que no se hará firme hasta que el juzgado verifique su recepción en una sesión este miércoles a partir de las 9,30 horas.

Inicialmente, la Fiscalía pedía para uno de los acusados nueve años de prisión y seis para el otro, así como el pago de una indemnización de 80.569,57 euros para reparar a los afectados el valor de los bienes robados y los daños causados.

MÁS DE UNA DECENA DE ROBOS

Los dos hombres están acusados de pertenecer a una banda a la que se le atribuyen robos en once viviendas ocurridos entre el 26 y el 30 de noviembre de 2018 en la provincia de Pontevedra y Ourense. Los presuntos ladrones entraron en casas de Moaña, Cambados, O Porriño, Ponteareas y Pontevedra, así como en las de los pueblos ourensanos de Barbadás y Mondariz.

La Fiscalía apunta a que el modus operandi de los detenidos consistía en acceder a las fincas de sus víctimas y forzar los ventanales para colarse en el interior de las viviendas, hurtar bienes como joyas y relojes, valorados hasta en 26.000 euros, así como cuantías en efectivo que ascienden, en algunos casos, hasta los 15.000 euros.

Los dos hombres fueron arrestados el 1 de diciembre de 2018, cuando la Guardia Civil los interceptó en la A-52 mientras conducían un vehículo con matrículas alteradas en el que llevaban una garrafa llena de joyas robadas.

Además, uno de ellos portaba un permiso de conducción falso de la República Checa. Por este motivo, el conductor del turismo también está acusado de un delito de falsedad en documento oficial por el que la Fiscalía pide tres años más.