Durante la última semana de agosto, la Policía Local de Lugo llevó a cabo una serie de dispositivos de vigilancia en distintos puntos estratégicos de la ciudad con el objetivo de reforzar la seguridad vial arrojando un balance total de 11 intervenciones por alcoholemia, dos de ellas de carácter penal, y dos casos de positivos en drogas.
Los controles se centraron en la revisión de documentación de vehículos y conductores, así como en pruebas de alcoholemia y detección de consumo de drogas. Uno de los casos más llamativos se produjo cuando una patrulla observó a un conductor aparcar en una plaza reservada para personas con movilidad reducida y reincorporarse a la circulación de manera zigzagueante. Al ser interceptado, dio positivo en las pruebas de alcoholemia con tasas de 0,49 y 0,52 mg/l, lo que supuso una denuncia administrativa y la inmovilización del vehículo.
Dos de los casos superaron los límites establecidos en el Código Penal. Un conductor arrojó tasas de 0,67 y 0,68 mg/l, mientras que otro, interceptado por no llevar el cinturón de seguridad, dio 1,00 y 0,96 mg/l en aire espirado, mostrando claros síntomas de embriaguez. Ambos enfrentan diligencias judiciales por delito contra la seguridad vial.
Durante la misma semana, dos conductores fueron interceptados con presencia de THC en el organismo. Ambos casos derivaron en la toma de muestras salivales enviadas a laboratorio y en la inmovilización de los vehículos.
Los dispositivos estáticos desplegados en distintos puntos de Lugo detectaron a varios conductores superando la tasa máxima permitida de alcohol, con resultados que oscilaron entre 0,33 y 0,68 mg/l. Todos ellos fueron sancionados administrativamente y sus vehículos inmovilizados, algunos además con otras infracciones de tráfico anteriores.
Llamada a la responsabilidad Desde la Policía Local de Lugo subrayan que, pese a las campañas de sensibilización y los controles periódicos, sigue siendo preocupante el número de conductores que deciden ponerse al volante tras consumir alcohol o drogas.
El cuerpo policial insiste en que la seguridad vial es una responsabilidad compartida y recuerda que cada infracción detectada «supone un riesgo real para la vida e integridad de las personas». Los agentes, tanto en patrullas como en unidades de atestados, mantienen su compromiso firme en la lucha contra estas conductas imprudentes.
El mensaje es claro: «si vas a conducir, no consumas alcohol ni drogas. Evita distracciones y actúa con responsabilidad si observas que alguien cercano pretende ponerse al volante en esas condiciones».