La Dirección Xeral de Saúde Pública ha trasladado a Europa Press que está elaborando un plan reforzado de control de las aguas de consumo humano por los incendios forestales que comprenden tanto a los operadores de los abastecimientos (autocontrol) como a las inspecciones de salud pública.
Una actuación que surge en un contexto de preocupación entre los ayuntamientos alrededor del agua potable. Y es que debido a los incendios, algunos municipios están experimentando complicaciones a la hora de realizar la captación de agua y abastecer a sus habitantes.
En el Ayuntamiento de A Rúa reparten agua embotellada — donada por la UME, Cruz Vermella y otros grupos empresariales — para que todos los vecinos tengan acceso a ella. Además, tal y como ha trasladado la alcaldesa María González (BNG) a Europa Press se ha centralizado la entrega en la antigua estación de tren.
También, el Consorcio de Aguas de Valdeorras ha colocado una fuente en el Polígono Industrial A Raña y otra en Viloira, al lado de O Barco de Valdeorras, para que los vecinos puedan ir a rellenar sus botellas con agua potable con todas las garantías y hacer así frente a la restricciones de agua.
En palabras de la alcaldesa, «mucho material de los incendios» se ha depositado en las zonas de captación de agua, «hay que hacer analíticas una vez acabe el humo para saber si se puede consumir», ha explicado la alcaldesa. «Hay que tomarlo con calma, ha sido una catástrofe importantísima y tiene sus consecuencias», subraya.
En esta línea, el alcalde de O Barco de Valdeorras, Aurentino Alonso (PSdeG), ha ampliado que estas dos fuentes se han instalado para quién quiera utilizarlas, sea de la comarca o fuera de ella. Aunque, incidiendo, en aquellos ayuntamientos donde hay escasez de agua potable. Asimismo, ha concretado que ardieron tendidos de fibra eléctrica y tuberías de suministro, que deberán ser arreglados.
En Verín, su alcalde, Gerardo Seoane (PSdeG), ha coincidido en el problema con el agua. «Si empieza a llover, la captación de agua se hace desde el río Támega que recogerá los arrastres de los incendios y la cálida de la misma impedirá su depuración normal», ha explicado.
Por ello, están poniendo en marcha las captaciones subterráneas existentes y planteando alguna nueva por si no fuesen suficientes, ha avanzado. «Una de las cosas que vamos a pedir ya ahora mismo es a la Confederación Hidrográfica por medio del Gobierno Central que limpie bien los cauces de los ríos de forma inmediata y al presidente que nos ayude en lo que es la captación inmediata de lo que sería el agua», enfatiza Seoane.
Ante esto, fuentes de la Consellería de Sanidade han explicado que los efectos «más adversos» de los incendios forestales en los estándares de calidad del agua provienen de los efectos físicos de los sedimentos y las cenizas que se depositan en las corrientes. La magnitud de ellos dependen, «en gran medida», del «tamaño, la intensidad y severidad del incendio» y de la «condición de la cuenca hidrográfica en el momento de la quema».