Varios colectivos, entre ellos sindicatos y la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública (AGDSP), se han mostrado este martes muy críticos con la planificación del Servizo Galego de Saúde (Sergas) de cara al verano, cuando se espera que se acrecente la falta de personal por el período vacacional. Además, según datos de CCOO, el cierre de camas previsto en los hospitales –más de 700– supondrá que «2.364 personas se quedarán sin ingresar» entre junio y septiembre.
A través de un comunicado, la secretaria de Organización de CCOO Sanidade, María José Diéguez, asegura que esta medida «no es una cuestión técnica ni estacional», sino «una decisión política que compromete la salud de la población».
Diéguez cuestiona que, tal y como argumenta la Consellería de Sanidade, durante el verano haya una menor demanda, porque «ahí están las listas de espera». Para la responsable sindical, la «falta de planificación» de la Consellería tiene «como consecuencia el incremento» de las demoras y «el colapso» de los servicios de urgencias.
«¿Por qué insiste la Xunta en mantener las consultas vacías y en tener su tecnología inoperativa en ese tiempo?», se pregunta, para reclamar otro modelo de gestión y planificación para «aprovechar todas las capacidad» del Sergas durante todo el año.
Por su parte, el sindicato mayoritario, la CIG-Saúde, centra sus críticas en el plan de verano aprobado el lunes en el Consello de la Xunta, que contará con un presupuesto de 12,1 millones de euros. Entre sus medidas, está que los MIR de último año pasen consulta y que haya una bolsa de médicos voluntarios para cubrir vacantes.
La central nacionalista cuestiona que se repitan las propuestas del año anterior porque esta estrategia «debería ir más allá de la repetición» de unas que «demostraron no solucionar los problemas de falta de cobertura asistencial» que ocurre, especialmente, en zonas de costa.
A su juicio, las medidas perpetúan «la estrategia de hacer más con menos» y repetirlas supone «normalizar» algo que «inicialmente se presentó como excepcional». Sobre los MIR, lamenta la «falta de claridad» en esa supervisión que necesitan en las consultas y que marca la nromativa.
Asimismo, la CIG entiende que el plan, del que afea que no fue negociado en mesa sectorial, necesitaría primero un análisis «riguroso» de la «situación real» de la atención primaria, lo cual pasa por un plan de ordenación de recursos humanos «que ya debería haber relizado» el Sergas.
EL SERGAS «AHORRA GASTOS»
También la Asociación para a Defensa da Sanidade Pública se ha mostrado muy crítica con la gestión del Sergas en verano. En primer lugar, menciona el cierre de, según sus cálculos, 734 camas hospitalarias públicas –sobre el 10 por ciento del total– pese a la «dramática situación de las listas de espera».
Además, censura que en días pasados el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, confirmase que, igual que todos los años, se cerrarían consultorios durante el verano «ya que no sustituirá al personal de vacaciones». También acusa a la Consellería de pretender «ahorrar gastos» de personal y funcionamiento.
Así a todo, la AGDSP alerta de «los riesgos» que suponen «los cierres de camas, servicios y consultorios» en el período estival, por lo que llama a la movilización «social y profesional» para exigir a la Xunta que los incremente.