La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña juzga este martes, 17 de junio, a un hombre para el que se piden 13 años de cárcel por golpear, vejar y controlar a su mujer durante 15 años de relación.
«Instauró de esta forma en el hogar un ambiente presidido por el temor y la sumisión, donde no dudaba en evidenciar con su comportamiento el desprecio que su pareja le merecía, por el mero hecho de ser mujer», resume el escrito de acusación.
El hombre, nacido en 1966, convivió durante 15 años con la mujer en su domicilio de A Coruña y con una hija menor de edad, quien presenció en numerosas ocasiones la violencia de género hacia su madre.
Fiscalía asegura que «desde el principio» de la relación el acusado «hizo objeto a la mujer de un trato vejatorio y humillante, con desvalorizaciones e insultos que profería frecuentemente y que solían ir acompañados de empujones, golpes, agarrones del pelo o inmovilizaciones por el cuello».
También instauró en la relación «un control sistemático» de la vida de la mujer, «llegando a interferir negativamente en las relaciones con su propia familia para mantenerla lo más aislada posible, o tratando de influir en ella para que no trabajase fuera de casa». El acusado también realizaba amenazas hacia la mujer del tipo «que la iba a matar» o «que la iba a echar de casa y que se buscase otro sitio», expresiones que profería ante su hija también.
Entre otras agresiones que se detallan, en enero de 2016, el acusado agarró del pelo a la mujer, la zarandeó y le dio un puñetazo en la nariz. Ella no acudió al médico ni denunció, pero sí le pidió ayuda a su hija, que le compró un billete para viajar a Alemania, adonde se trasladó, aunque regresaron a las pocas semanas, tras insistentes llamadas del hombre en las que le pedía perdón.
En junio de 2018, en la planta baja de la casa, el individuo le rompió varios dientes de un puñetazo en la boca a la mujer. La hija bajó de su habitación y pudo ver a su madre ensangrentada. Tampoco hubo denuncia.
En abril de 2019, en el parque del Alvedro, en Cambre, el hombre dio dos bofetadas a la mujer, quien negó los hechos ante una patrulla de la Guardia Civil que se personó en el lugar y no fue a centro médico alguno. Finalmente, la víctima presentó denuncia en abril de 2020.
El acusado se enfrenta a penas por delitos como, entre otros, malos tratos, lesiones con deformidad, amenazas y vajación/injurias. También se requiere una indemnización de 10.000 euros por daño moral.