El Servizo Galego de Saúde (Sergas) trató a casi 10.000 pacientes de hepatitis C en los diez años que lleva el plan para el abordaje de la enfermedad en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Son datos ofrecidos este viernes por el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, en un acto para conmemorar esta efeméride en el edificio administrativo del barrio compostelano de San Lázaro, en el que también ha intervenido la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, y el presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado, Rafael Bañares, entre otros.
En su discurso, Gómez Caamaño ha reflexionado sobre la importancia de la prevención para reducir la incidencia de la hepatitis C, ante la falta de una vacuna eficaz contra esta patología.
El conselleiro ha aseverado que es «un problema de salud pública a nivel mundial» y, a tal efecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se marca como objetivo reducir la enfermedad en un 90 por ciento para el año 2030. Eso sí, la Xunta fue «muy ambiciosa» al poner en marcha, ya a finales de 2022, un plan de eliminación que adelanta cuatro años, a 2026, este plazo.
De hecho, el titular de Sanidade ha destacado la efectividadede más del 97 por ciento que alcanzan ahora los antivirales de acción directa, así como el proceso de «diagnóstico en un solo paso», que reduce el tiempo de acceso al tratamiento, y la identificación retrospectiva de pacientes con infección activa, con lo que se consiguió identificar a más de 250 personas que desconocían que la tenían.
Por su parte, el presidente de la Asociación para el Estudio del Hígado ha manifestado cómo los pacientes de hepatitis C se sienten «poco queridos» por parte de los sistemas de salud, porque no tienen el foco de los que padecen enfermedades cardiovasculares o un cáncer.