La alcaldesa de Viveiro, Mariña Gueimunde, ha anunciado esta mañana, a través de un bando, la eliminación de las restricciones del consumo de agua de la traída, tras el vertido de un millón de litros de purín que se originó en Muras y contaminó unos 30 kilómetros del río Landro hasta su desembocadura, en la ría de Viveiro el pasado viernes.
Según explica la mandataria popular, «los resultados analíticos de las muestras tomadas tanto en los depósitos como en los distintos puntos de la red de abastecimiento municpal cumplen los parámetros técnico-sanitarios establecidos en materia de calidad del agua» por lo que se levanta la restricción tras cuatro días sin poder consumir.
Viveiro recupera así la normalidad total aunque el domingo por la tarde volvió a captar agua directamente del río, pero con la prohibición de su consumo mientras los análisis no fueran óptimos.
El viernes por la tarde la rotura de una balsa de purín, cerca de una explotación agroganadera de Muras, fue la causa de este vertido incontrolado, que rápidamente se extendió hasta su desembocadura afectando también a las playas de la localidad. Una vez detectado el vertido, Viveiro paró su captación de agua y durante el fin de semana se tomaron distintas vías para mantener el abastecimiento, «que siempre estuvo garantizado», recalca la alcaldesa.
La alcaldesa tuvo palabras de agradecimiento a los servicios de emergencias que estuvieron trabajando continuamente estos días y que «vigilaron que todo funcionara correctamente», añadió.
Por parte de la Consellería de Medio Ambiente destacan que estos días participaron más de una treintena de personas en controlar y frenar el impacto del vertido, procedentes de distintos departamentos dependientes de la Xunta, como las Consellerías de Medio Ambiente y Cambio Climático –incluido Augas de Galicia–, de Sanidade, del Medio Rural y Mar. A ellos se añaden también profesionales de entidades locales como el propio Ayuntamiento de Viveiro.
La Xunta insiste en que se está investigando el episodio, su impacto y posibles consecuencias y que «se adoptarán las medidas que correspondan desde el punto de vista administrativo -con la posibilidad de abrir expedientes sancionadores si se considera oportuno- una vez finalicen todos los trabajos de campo y se cuente con las conclusiones sobre este incidente».