La junta de gobierno del Ayuntamiento de Santiago ha otorgado la licencia para la obra de la reforma interior de la Facultade de Medicina a solicitud de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Este proyecto, realizado por Elizabeth Abalo Díaz y Gonzalo Alonso Núñez, tiene un presupuesto de 28 millones de euros.
La reforma integral del edificio se organizará en siete fases para compatibilizar la obra con el funcionamiento del centro.
La primera fase afectará al ala este de la fachada principal, frente a calle de San Francisco. Una vez finalizada quedarán acondicionadas un área de simulación, varias aulas, el salón de grados, los accesos del salón de actos, la biblioteca, el decanato y la zona administrativa. La obra de esta primera parte se ejecutaré en ocho meses, con un presupuesto de más de 2,5 millones de euros.
La USC se proponen cambiar la organización espacial del edificio con una distribución departamental y otra por áreas funcionales que se refleja en las diferentes plantas.
Entre otras cuestiones, se mantiene el área institucional en la zona norte y la cafetería en el sótano y se localizan de forma ligeramente independiente el área de Anatomía y el Instituto de Medicina Legal (Imelga), por tener cierto carácter departamental y necesitar accesos específicos. El resto de las áreas funcionales se distribuirán por las plantas, con mayor ocupación en el bajo.
El acceso institucional permanecerá por la entrada principal, además de que se cambiará las carpinterías y con una recuperación de la altura original del vestíbulo para reforzar el carácter representativo. Se prevén nuevas comunicaciones verticales, que funcionarán al mismo tiempo como escaleras de emergencia y protección contra incendios.
Asimismo se incorporará un muro técnico que recurrirá la espina dorsal del edificio para conectar todos los pisos vertical y horizontalmente y resolver las instalaciones y el almacenamiento.
EDIFICIO DE CASI 100 AÑOS
El edificio de la Facultade de Medicina se terminó en 1928 sobre un proyecto de 1910 firmado por los arquitectos Fernando Arbós y Tremanti e Isidro de Benito. Se situó en la parte posterior del por entonces Hospital Real. Su arquitectura respondía a los valores del movimiento higienista.
El edificio tuvo varias reformas, la de mayor calado en la década de los 60. La actual obra afectará a más de 5.900 metros cuadrados.