El delegado de la Xunta de Galicia en Lugo, José Manuel Balseiro, ha considerado que el Museo de la Romanización se puede emplazar en el Museo Interactivo de la Historia (MIHL) y no en el cuartel de San Fernando, instalación que propone como parador de turismo.
Así lo ha manifestado Balseiro tras la jornada de puertas abiertas programada por el Ayuntamiento de Lugo este lunes en el cuartel de San Fernando, con el fin de advertir el deterioro que sufre y para volver a reivindicar el museo de la romanización en ese lugar.
Balseiro ha aclarado, cuando acompañaba a la conselleira de Educación, Carmen Pomar, en un acto en la Escola Politécnica, que «la Xunta de Galicia» defiende que dicho museo se emplace en Lugo.
«Es la primera interesada (la Xunta) en que el Ayuntamiento de Lugo tenga el Museo de la Romanización», ha afirmado, para seguidamente proponer que se ubique donde se encuentra el Museo Interactivo de la Historia de Lugo (MIHL), en el parque de Frigsa.
Con ello se pretende «poner a funcionar» el MIHL, y «darle vida». «Nosotros como Xunta estamos dispuestos a ceder las piezas para ponerlas el MIHL», ha comentado, en dicha infraestructura cultural «en la que se gastó una cantidad muy importante de dinero, que no funciona, que es un desprestigio para la gestión cultural de cualquier ayuntamiento haber gastado esa cantidad de dinero y que no funcione, con apenas 200 visitas al año». En dicho museo el Ayuntamiento invirtió diez millones de euros, al que hay sumar un millón más que se va en el mantenimiento de estas instalaciones.
«También estoy seguro, y no tengo ninguna duda, que eso es lo que defienden muchos vecinos de Lugo y eso es lo que defiende mucha gente de Lugo. Tampoco hay unanimidad en la corporación de que allí se instale el museo de la romanización, y hay opinión para todos los gustos como que allí se instale un colegio (propuesta de Ciudadanos)», ha puntualizado.
De todas las opciones para el cuartel de San Fernando «porque podría traer gente, y traer riqueza al centro de la ciudad», Balseiro opta por hacer ahí «un parador de turismo».
«Pongamos a funcionar el MIHL que costó diez millones de euros, que cuesta un millón su mantenimiento y al que van 200 personas, y no andemos enseñando las vergüenzas de una mala gestión porque yo estaría avergonzando si fuera el alcalde de Lugo porque ni siquiera se limpió el patio», ha afeado al gobierno local del que depende este cuartel que es BIC, y para el que Xunta y Ayuntamiento disponían de 90.000 euros cada uno para labores de limpieza.