Cinco hombres y cuatro mujeres integran el jurado popular que desde este lunes en la Audiencia Provincial de Ourense se encarga de juzgar, a lo largo de la semana, al hombre acusado de asesinar en febrero del 2021 a la novia de su primo y dejar gravemente lesionado a su familiar, que ha negado recordar la noche de los hechos.
El acusado ha comparecido en la primera sesión del juicio por el asesinato a cuchilladas de la joven, de 22 años de edad, y por las graves lesiones que sufrió su novio, tres años más mayor.
Lo sucedido se remonta a la madrugada del 19 de febrero de 2021 cuando el sospechoso, que residía junto a su madre en un galpón en una finca al lado de las víctimas, en Velle, se acercó hasta el domicilio tras decirle a su progenitora que iba a «matar conejos». Pidió que le abriesen y cuando lo hicieron atacó a los dos convivientes con un cuchillo del que se deshizo en su huida.
La versión del encausado es que no recuerda nada de aquella noche, solo que le «tenía miedo» a la pareja, según ha dicho a preguntas de su abogada, a la única a la que ha respondido. Aunque añadió en su versión que sí recuerda «una» puñalada a la fallecida, porque supuestamente era ella quien portaba el cuchillo con el que «quiso» darle «en el corazón», según ha afirmado.
Así, como presunto acto defensivo ha reconocido que le quitó el arma y con la misma se lo clavó «en la espalda».
Ha sido lo único que ha dicho en una declaración que apenas ha durado tres minutos, pero que no coincide con la opinión que mantienen ni Fiscalía ni las acusaciones particulares que representan a la familia de la fallecida y a la familia del superviviente, que ven «ensañamiento» y «alevosía», puesto que la mujer presentaba 17 lesiones.
Además, creen que, pese al trastorno esquizofrénico paranoide que padece, era consciente de lo que hacía. Por este motivo, la Fiscalía solicita 24 años de cárcel, 17 por el delito de asesinato y 7 años de prisión más por el delito de asesinato intentado, mientras que las acusaciones particulares solicitan pena de prisión permanente revisable y no admiten atenuantes.
Por su parte, la letrada de la defensa asevera que el acusado «es una persona enferma» que llevaba sin medicarse nueve meses cuando ocurrieron los hechos y pide la aplicación de una eximente completa.