Después de que la Xunta haya introducido en la ley de acompañamiento a los presupuestos la habilitación normativa para la creación de la tasa turística, los ayuntamientos gallegos, con excepción de Santiago, descartan por el momento implantar este impuesto.
Así, de las siete ciudades gallegas, tan solo la capital gallega ha confirmado que pretende aplicar este recargo a partir del próximo año. Sin embargo, ha señalado que hasta que tengan la propuesta final de la ley, con las enmiendas, «es complicado comenzar a trabajar» en este tributo.
Además, en su opinión, consideran que debería ser la Axencia Tributaria de Galicia (Atriga) quien lo recaude porque «eso ayudaría a que otros municipios quieran poner en marcha este impuesto».
Con todo, consultadas por Europa Press, localidades limítrofes a la capital gallega no se plantean aplicar esta tasa. En concreto, Teo y Ames descartan por completo establecer la tasa turística.
En cuanto al resto de ciudades, en el norte, tanto A Coruña como Ferrol aseguran que por el momento no tienen previsto aplicar ninguna tasa de este tipo ni tienen en agenda esta cuestión.
En el sur, fuentes del Ayuntamiento de Vigo han afirmado que, por el momento, no se pronunciarán al respecto, mientras que Pontevedra no tiene pensado aplicarla.
LOCALIDADES COSTERAS
Misma opinión muestran localidades de la costa gallega con afluencia turística, especialmente en verano, como Vilagarcía de Arousa, Baiona o Sanxenxo, que al menos de momento descartan la implantación de una tasa turística.
En la costa norte, otro de los ayuntamientos más turísticos de Galicia, como es el caso de Ribadeo, tampoco opta por el momento por emplear la opción que abre ahora la administración autonómica.
Por el contrario, el municipio pontevedrés de O Grove sí que se ha mostrado dispuesto a aplicar esta herramienta. Para ello, buscarán una consultora que les ayude a obtener un informe sobre los ingresos y beneficios de esa tasa en la localidad y que permita «financiar los gastos en la época estival».
En conversación con Europa Press, el alcalde, José Antonio Cacabelos, ha recordado que el ayuntamiento «hace tiempo» que defiende esta tasa por «un problema de financiación en el ayuntamiento».
«No tenemos especial interés en implantarla, pero debido a una serie de competencias que no son nuestras, que estamos asumiendo y que nos generan muchos gastos, la verdad es que cuadrar los presupuestos resulta complicado», ha señalado antes de cuantificar en «cerca de un millón de euros» los gastos vinculados al verano para las arcas municipales.
«Como vemos que hay otros servicios que no se van a financiar por parte de la Xunta, planteamos, para ofrecer los mejores servicios a turistas y a vecinos, la posibilidad de tener esa tasa turística», ha expuesto.
Así, Cacabelos ha explicado que ahora quieren tener «información especializada», para lo que buscarán una consultora que pueda realizar esa labor.
En este contexto, el regidor ha manifestado que espera tener «a lo largo de estos meses» ese trabajo que les permita valorar los «ingresos y beneficios» de la tasa y, su intención, ha asegurado, es «llevarla adelante» para aprobarla y poder tener «unos ingresos extra» que permitan «financiar los gastos en la época estival y todo lo que tiene que ver con duplicar o triplicar los servicios» debido a la cantidad de gente que visita O Grove especialmente en julio y agosto.