Estudiantes de la ‘acampada pro Palestina’ que iniciaron en la pasada jornada un encierro en el Colexio de San Xerome, donde está ubicado el rectorado de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), se mantienen en las instalaciones de la institución académica donde este martes no han podido acceder a primera hora los trabajadores ni tampoco el rector, Antonio López.
Fuentes de la institución académica han trasladado a Europa Press que el rector intentó hablar con portavoces de la asamblea para instarles a reconsiderar su posición, pero «no fue posible» y que los funcionarios de los servicios de gestión tuvieron que irse a casa, por lo que la universidad «está parada».
Sin embargo, las representantes de los estudiantes que han atendido a medios de comunicación antes de la concentración convocada en la Praza do Obradoiro para este mediodía han denunciado «actitudes hostiles» y que no existe «una voluntad de diálogo real».
Aunque celebran que «la USC por fin se abra a establecer vías de comunicación con la Asociación Galaico Árabe-Jenin», ven insuficiente el manifiesto aprobado por el Consello de Goberno de la institución académica y han enfatizado la «negativa» de este órgano a «aprobar ninguno de los puntos» recogidos en el documento presentado por la asamblea pro palestina.
También han advertido de que, si no se aceptan sus reivindicaciones –entre las que están que la USC rompa con cualquier empresa, institución y universidad con vínculos con Israel–, están dispuestos a que el encierro siga de forma indefinida, salvo que sean «desalojados por la fuerza». De hecho, han manifestado su temor por redes sociales ante la presencia de unidades de la Policía Nacional en las proximidades del rectorado.
Antes de la concentración, a la que se han sumado una treintena de personas delante de San Xerome –donde han pegado una imagen del rector de la USC sobre la que han escrito la palabra «sionista»–, la asamblea ha remitido un comunicado en el que advierten que «no hay nada más violento que utilizar a las trabajadoras como excusa para la inacción de la universidad».
En él, afirman que esta mañana comunicaron al jefe de seguridad que no permitirían el funcionamiento «normal» del rectorado (una postura en la que se han reafirmado) y han censurado que, tras la comunicación, este se desplazase a la entrada «seguido por veinte trabajadoras para decirles que ‘por culpa de estos criminales no tenéis derecho al trabajo'».
«A nosotros el derecho al trabajo nos parece genial, pero más nos preocupa el derecho a la vida, a la libertad, a la educación y a la infancia», han remarcado, un mensaje que también ha lanzado una de las portavoces del encierro que se ha dirigido a los medios de comunicación que se desplazaron a San Xerome. «¿Daños colaterales? Está habiendo un genocidio», ha esgrimido.
(Habrá ampliación)