El conflicto en la concesionaria del bus urbano de Vigo se mantiene tras una nueva reunión entre el comité y la dirección de la empresa Vitrasa, que ha finalizado sin acuerdo para un nuevo convenio colectivo, según han confirmado ambas partes.

Los sindicatos han calificado como «decepcionante» el encuentro mantenido este jueves entre ambas partes y han acusado a la empresa de enrocarse en la misma posición mantenida hasta ahora, exigiendo el fin de la huelga indefinida (iniciada el pasado 25 de noviembre) y negándose a negociar mejoras, ni siquiera «las que no suponen desembolso económico», alegando que no tiene dinero «y está a la espera del reequilibrio económico» de la concesión por parte del Ayuntamiento.

«Esto demuestra el inmovilismo y el talante poco negociador de la empresa», han criticado, y han acusado a Vitrasa de no preocuparse por el «pésimo servicio» que está prestando a la ciudadanía. «Parece obvio que se encuentran cómodos con los servicios mínimos (…), con la mitad de autobuses circulando y llenos, su rentabilidad aumenta», han afirmado desde el comité.

Los sindicatos han censurado que Vitrasa se niegue a negociar alegando problemas económicos, cuando se acaba de conocer la revisión de tarifas del servicio, que supone un incremento en el precio del billete ordinario y también de los billetes bonificados con la tarjeta PassVigo.

Finalmente, han vuelto a lamentar el papel del alcalde, Abel Caballero, y del gobierno local, «pretendiendo politizar un conflicto laboral, mintiendo a la ciudadanía con la única pretensión de desviar la atención de sus responsabilidades con el servicio público de transporte».

DESCONVOCATORIA DE LA HUELGA COMO CONDICIÓN

Por su parte, Vitrasa ha reafirmado su intención de seguir negociando, aunque ha matizado que debe hacerse en un «clima de normalidad» y desconvocando la huelga indefinida.

Según ha señalado en un comunicado, las peticiones del comité en la negociación del convenio suponen, entre otras cuestiones, un incremento salarial «superior al 35 % respecto al actual por hora trabajada», así como otras medidas que implicarían elevar el coste laboral anual «en más del 50 %».

Vitrasa también ha censurado que se planteen aspectos relacionados con el régimen de descanso y otros ámbitos, que «harían imposible» prestar un servicio de transporte urbano como el que se presta en la actualidad.

Así, la empresa mantiene su propuesta, que contempla un pago de 750 euros por trabajador a la firma del convenio, e incrementos salariales para 2024, 2025 y 2026 «superiores a un 7 %», además de «un nuevo plus de productividad en función de la recuperación de viajeros y otras mejoras», entre otras medidas.

Vitrasa ha vuelto a insistir en que la huelga indefinida tiene carácter «político», porque el propio comité se negó a suspender las movilizaciones en período electoral o durante las celebraciones de la Navidad en Vigo para «perjudicar» al Ayuntamiento. También ha negado de nuevo que el paro le reporte rentabilidad, sino que «daña a los ciudadanos, a la ciudad, a la empresa y a los propios trabajadores».

«NO QUIEREN NEGOCIAR»

Por su parte, el alcalde, Abel Caballero, que comparte los argumentos de la concesionaria, ha acusado al comité de no querer negociar. «Hay convocatorias, pero no quieren negociar, se levantan y se van», ha afirmado, al tiempo que ha insistido en que, en este conflicto, «hay una influencia política del BNG y la CIG» para hacer una «huelga política».

El regidor, al igual que sostiene la empresa, ha destacado que la huelga «solo» contó con el apoyo explícito de la tercera parte de la plantilla, y que los trabajadores de Vitrasa tienen salarios «más altos» que los de empleados de otras empresas de autobuses de la provincia. «La empresa quiere negociar, e hizo ofertas, pero el comité se levanta y se va», ha denunciado.

Sobre la posibilidad de recibir a los representantes de los trabajadores de este servicio, Abel Caballero ha vuelto a rechazar una reunión, ya que los convenios se deben negociar con las empresas «y no con los alcaldes». Además, ha añadido: «si yo me reúno y digo algo, tengo que subir los impuestos para pagarlo».

Según Caballero, cuando BNG y CIG le piden su implicación en el conflicto, «están haciendo política». «Ya hicieron una huelga política (en Vitrasa) en elecciones municipales y en elecciones generales, y también quieren hacerla en autonómicas, son la CIG y el BNG contra esta ciudad», ha sentenciado.

Con respecto a la subida de las tarifas de bus (tanto para los billetes ordinarios como para los bonificados con Tarjeta PassVigo), Abel Caballero ha asegurado que, «por contrato», el Ayuntamiento estaba obligado a subir los precios un 16 % (pese a que en agosto pasado, el gobierno local aseguró que el billete de bus no subiría en 2024) y que solo se incrementaron un 2 %. «Tenemos el bus más barato de España», ha proclamado.