Un estudio elaborado por la Asociación por la Libertad Afectiva y Sexual ALAS A Coruña constata un «leve descenso» en los datos de incidentes de odio registrados en Galicia pero una «estabilización» del número de agresiones directas al colectivo LGTBi.
En 2022 se registraron 68 incidentes de odio en la comunidad, un 17,07% menos que en 2021, de los cuales 58 están considerados como agresiones hacia a este colectivo, cifra que «se mantiene» respecto al año anterior.
Así lo ha manifestado la presidenta de ALAS A Coruña, Ana García Fernández. Lo ha hecho en la presentación del informe 2022 del Observatorio Coruñés contra la LGTBifobia, publicado bajo el título ‘Ni vagas ni maleantes’, en el consistorio coruñés con la presencia de la concejala de Bienestar Social, Yoya Neira.
La quinta edición de este documento refleja que en 2022 el servicio ofrecido por ALAS A Coruña realizó 330 atenciones, 24 menos que el año anterior, a personas de 23 nacionalidades diferentes –el 65,1% eran españolas– frente a las 15 procedencias distintas de 2021. El 59,02% de los usuarios fueron asistidos en A Coruña.
En este sentido, Fernández ha insistido en la necesidad de «reforzar los recursos específicos habitacionales existentes» en la ciudad herculina porque «no son suficientes ahora mismo». «Vemos constantemente como personas no pueden ser acogidas quedando en situaciones verdaderamente precarias y peligrosas», ha asegurado.
ASESORAMIENTO
Respecto al tipo de asesoramientos, la presidenta ha explicado que mantienen una estructura «muy similar» al informe anterior y «la mayoría son de tipo social, seguidos por los de tipo legal, sanitario, educativo y laboral».
De los servicios ofrecidos, ha destacado que «un año más» el número de personas que precisaban recursos de salud mental es «altísimo». «Recalcamos la necesidad de poner en marcha por parte de las instituciones programas que cuenten con profesionales de salud mental», ha reclamado.
En la misma línea, Yoya Neira ha denunciado una situación «absolutamente alarmante» de salud mental en el colectivo juvenil y ha exigido «más recursos».