La Xunta ha notificado al Ministerio de Agricultura un nuevo caso de ‘vacas locas’ en Galicia –encefalopatía espongiforme bovina, de la variante atípica, cepa tipo H–. En concreto, se trata de un bovino de 22 años en una granja de A Estrada (Pontevedra).
Según informa la Consellería de Medio Rural en un comunicado, supone un caso aislado «sin trascendencia para la salud pública o la sanidad animal», un animal bovino de raza de conjunto mestizo perteneciente a una explotación de carne.
El animal murió en la granja y su cadáver fue trasladado al centro de destrucción de cadáveres autorizado, donde previamente se tomó muestra para su diagnóstico. «El bovino no entró, por lo tanto, en la cadena alimentaria, por lo que no existió ningún riesgo directo ni indirecto para la salud pública», asegura el Gobierno gallego.
El último caso declarado en Galicia de encefalopatía espongiforme bovina atípica fue en el año 2019, una vaca de más de 18 años en una explotación del ayuntamiento coruñés de Ortigueira.
Así, la muestra del animal de A Estrada fue enviada desde Laboratorio de Sanidade e Produción Animal de Galicia al Laboratorio Nacional de Referencia de las EET, en Algete (Madrid), que confirmó el resultado positivo. Conforme al programa oficial de vigilancia de esta enfermedad, los servicios veterinarios realizaron la correspondiente investigación epidemiológica, en la que se comprobó que no existían otros animales vivos que compartieran ningún riesgo con el animal afectado, «por lo que no es posible la aparición de nuevos casos vinculados a este foco, que por lo tanto se considera como resuelto». «Tampoco hace falta adoptar otras medidas sanitarias preventivas», agrega.
ENFERMEDAD
«La forma atípica de encefalopatía espongiforme corresponde con formas naturales y esporádicas de esta enfermedad que aparecen en todas las poblaciones bovinas en una tasa muy baja. Estos casos, que se desarrollan de forma natural y sin vinculación con el consumo de piensos contaminados ni otras causas conocidas, se detectan como resultado de una vigilancia reforzada de las encefalopatías espongiformes transmisibles», explica la Xunta.
Esta enfermedad continúa siendo objeto de vigilancia en el marco del programa nacional plurianual de control y erradicación de la encefalopatía espongiforme bovina, que permitió otorgar a España, desde el año 2016, el estatus de país de riesgo insignificante de la aparición de esta patología. «La existencia de este caso no afecta al mantenimiento de este estatuto», aclara Medio Rural.
CRISIS DE LAS VACAS LOCAS
El prion es el agente infeccioso que causó la epidemia de enfermedad de las vacas locas, también llamada encefalopatía espongiforme bovina (EEB), que estalló en Galicia en el año 2000. La ingesta de piensos de origen animal por parte de los bóvidos estaba detrás de esta transmisión.
Por su parte, la transmisión de la EEB a los humanos, como a través del consumo de alimentos derivados de vacas infectadas, produce la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob que se caracteriza por una progresiva e invariablemente letal descomposición de las células cerebrales.
Tras el primer caso –detectado en noviembre del 2000– en Carballedo (Lugo) de vacas locas en territorio español, una alerta sanitaria que tuvo su origen años antes en el Reino Unido, se sacrificaron miles de reses en Galicia. Al terminar ese año se produjo en Mesía (A Coruña) un polémico enterramiento masivo de vacas por parte de la Xunta de Manuel Fraga.
En Galicia, aparecieron 315 focos con 324 casos, en una tendencia descendiente desde 2003. Actualmente, tanto la comunidad gallega como el Estado cuentan con un estatus de riesgo sanitario «insignificante».