Tras casi dos días de deliveración, el jurado popular ha declarado por unanimidad culpable de homicidio doloso a María del Pilar Fernández Patiño, la conductora que causó el accidente mortal de Ribeira en el que fallecieron, en mayo de 2019, dos jóvenes.
Con ello, los jurados han optado por la versión defendida por la acusación particular, que consideraba que la mujer, además de ser responsable del accidente, actuó a sabiendas de que ponía en peligro la vida de otras personas, al circular ebria, tras haber consumido fármacos sedantes y a gran velocidad. El representante de las familias de las víctimas pide para ella 12 años de prisión.
Los hechos se produjeron sobre las 18,35 horas del 4 de mayo de 2019, cuando la mujer conducía por la carretera AC-305 (Padrón-Ribeira), a la altura de Palmeira. La acusada, según han narrado los peritos en sede judicial, conducía bajo los efectos del alcohol y, además, habiendo consumido fármacos antidepresivos y antipsicóticos que tenía recetados.
Asimismo, circulaba a una velocidad excesiva, en concreto a unos 130 kilómetros por hora cuando el límite de velocidad establecido era de 50-70 kilómetros/hora, dando bandazos del margen derecho al izquierdo de la carretera y llegando a invadir en varias ocasiones el carril contrario, tal y como han contado varios testigos. La mujer acabó colisionando contra el vehículo en el que viajaba una joven pareja, también vecinos de Ribeira, que resultaron fallecidos.
Durante el juicio, celebrado en la sección sexta de la Audiencia de A Coruña, la acusada ha reconocido que ese día bebió «tres copas de vino» con un conocido, aunque cinco horas antes del siniestro, y que se acostó al mediodía porque se encontraba «mareada». Del momento del choque, ha dicho no recordar nada y ha afirmado que trató de suicidarse al conocer que los jóvenes habían fallecido: «ojalá me hubiese muerto yo». La defensa alegaba que ella desconocía los peligros de conducir tras tomar medicación de este tipo y mezclarla con alcohol y aventuraba que pudo sufrir un deslumbramiento.
Varios testigos han contado que en los momentos anteriores al choque vieron a la mujer conduciendo de forma temeraria, invadiendo el carril contrario y a gran velocidad, al tiempo que han narrado episodios anteriores de problemas de circulación.
Por su parte, la médico forense que la examinó determinó que la mujer era «consciente de sus actos» y que no tenía afectadas sus capacidades cognitivas por el trastorno desadaptativo mixto que padece. También han mencionado que, según refleja su historia clínica, le fue indicado en varias ocasiones que no debía de mezclar alcohol con la medicación psiquiátrica que tomaba.