El pleno extraordinario de este viernes del Ayuntamiento de Lugo ha aprobado los presupuestos municipales para el próximo año, que se aproximan a los 118 millones de euros –inlcuidos 14 millones para inversiones–, con los votos en contra del PP y de Ciudadanos.
Finalmente, la mayoría del gobierno bipartito de PSOE, con ocho concejales, y del BNG, con cinco, sacaba adelante las cuentas para 2023. La alcaldesa, Lara Méndez, hacía una «valoración muy positiva» de unos presupuestos que «se siguen incrementando» para «seguir ahondando en la recuperación económica y en la transformación» de la ciudad.
Méndez ha destacado «la protección y el escudo social» que contemplan estas partidas, «de casi 30 millones de euros que van dedicadas a políticas sociales para proteger a toda la ciudadanía pero sobre todo a los más vulnerables». También ha presumido de la congelación de tasas e impuestos municipales para el próximo ejercicio.
El teniente de alcaldesa, el nacionalista Rubén Arroxo, ha puesto el acento en que estas cuentas «vienen marcadas por una cuestión muy complicada, que es el precio de la energía».
«Pese a ello, vamos a seguir manteniendo la línea, el proyecto que llevamos realizando en Lugo en estos tres años que claramente está cambiando y mejorando la ciudad, creando espacios para los vecinos de Lugo y poniendo en valor nuestro patrimonio como es la Muralla, apostando por la cultura local, creando una ciudad más sostenible», ha apostillado Arroxo.
Desde el PP, grupo mayoritario con diez concejales, su portavoz, Ramón Carballo, ha lamentado que se tratan de «unos presupuestos ficticios, donde gastos e ingresos se ajustan de una forma para que cuadren en el papel, pero en la realidad son unos presupuestos donde no están estudiados los ingresos, con desfases muy llamativos como es el contrato de la basura».