El Ayuntamiento de Monforte (Lugo) ha decretado el corte total del tráfico en el puente sobre el Río Cabe, en la parroquia de Piñeira, tras la detección, este miércoles, de una deficiencia que afecta a uno de los pilares del puente, que perdió el contacto con los puntos de apoyo de la plataforma del viaducto y se ha hundido parcialmente.
Así lo ha informado el Ayuntamiento de Monforte en un comunicado del municipio lucense, en el que indica que la decisión se ha tomado después de recibir el informe de la empresa Extraco SA, contratada de urgencia para la reparación y revisión del viaducto. Ese documento recoge la necesidad «urgente» de ordenar el corte total del tráfico peatonal y rodado.
El puente está formado por una plataforma sobre varios pilares. La plataforma cuenta con dos puntos de apoyo en cada pila, todo ello con estructura de hormigón armado.
Con el cierre de la actividad, que la pasada jornada del miércoles sólo era a vehículos pesados, el ayuntamiento busca garantizar condiciones de seguridad «tanto para la reparación como para los vehículos y personas que transitan sobre la misma», ha señalado el alcalde de Monforte de Lemos, José Tomé Roca, en el comunicado.
Por otra parte, en la tarde de este jueves, la Policía Local ha procedido a cortar el tráfico del puente y a reestructurar la circulación alternativa. Así, la señalización de prohibición de tránsito ya está instalada, mientras que las señales periféricas se colocarán en las próximas horas.
En concreto, los cuerpos policiales instalarán los siguientes paneles informativos de tráfico: el cruce de Piñeira en N-120A, sentidos entrada y salida de Monforte; puntos de entrada al puente, por sur y norte; entrada a Piñeira desde la carretera de Sober; el cruce de Piñeira en vía de Sober, tanto entrada como salida, y la entrada a Piñeira desde la estrada de Ourense.
QUEJAS EN 2001
El regidor del municipio recordó este pasado miércoles que, en 2001, los vecinos de la localidad de Monforte de Lemos «manifestaron su descontento con el estado del puente».
Hace más de dos décadas, los medios reflejaron las quejas trasladadas por la Asociación de Vecinos de Piñeira al Ayuntamiento, en junio del 2001. La protesta instaba a revisar el puente, pues sospechaban, que el proyecto de ampliación podía no haber revisado una de las zapatas de la construcción, que había quedado sin reforzar en una obra anterior.