El abogado de las familias de las víctimas del doble crimen del Cash Record sucedido en Lugo hace 28 años estima que la celebración juicio para finales de año o principios del próximo, después de que la Audiencia Provincial haya dictado el auto de procesamiento con un único investigado y principal sospechoso para las familias, un hostelero que reside ahora en Burgos.
El letrado de las familias, Gerardo Pardo de Vera, ha aclarado que, tras el último auto de la Audiencia Provincial, «queda un trámite» que es que las «partes» se pronuncien «acerca de lo que creen, si es procedente el sobreseimiento o juicio oral».
«Hay un trámite que es definitivo donde las partes van a pronunciarse acerca de lo que creen, si es procedente el sobreseimiento o juicio oral y la audiencia (provincial) tiene que decidir en ese sentido», ha puntualizado.
Una vez superado ese «trámite», ya solo cabe «el señalamiento del juicio oral, y esa decisión se va a producir en un plazo corto de tiempo, sobre dos meses, y después el juicio que dependerá de la agenda del tribunal», ha explicado.
Con todo, estima que el juicio no se celebrará antes de fin de año, aunque si no es así, apunta a que podría celebrarse a principios del próximo 2023.
Pardo de Vera tiene claro que la «Justicia» ha sido «muy lenta», con este caso tras cumplirse el pasado 30 de abril 28 años desde que fueron asesinador a tiros la cajera Elena López y el reponedor Esteban Carballedo.
En el mismo distribuidor de alimentación, en el Cash Reccord en el polígono industrial de O Ceao, el autor o autores se llevaron un botín de cinco millones de las viejas pesetas.
«PROCESO MÁS ANTIGUO»
El abogado lucense ha afirmado, seguidamente, que se trata del «proceso más antiguo de España». «Estamos satisfechos después de 28 años. La Justicia es un valor absoluto, es verdad que se diluye a medida que se cumplen los tiempos de los procesos. Aunque es justicia tardía, es justicia al fin y al cabo», ha concluido Gerardo Pardo de Vera.
El juicio sentará en el banquillo a un hostelero, que en el momento de los hechos, el 30 de abril de 1994, era el propietario de un bar en el centro de la ciudad de Lugo y que ahora casi 30 años después reside en Burgos.