La Zona Franca de Vigo ha abierto simbólicamente este martes las puertas de su nueva sede, en la calle Areal, en las instalaciones adquiridas al Ayuntamiento olívico y que antes fueron vivienda (a finales del siglo XIX), sede del Banco de España, del Gobierno Militar o del rectorado de la Universidad de Vigo, a las que se suma el edificio anexo donde estuvo la sede de la Diputación.
Así, tras el descubrimiento de una escultura de Andrés Conde, llamada ‘El abrazo’, el delegado del Estado en Zona Franca, David Regades, ha proclamado que la institución «vuelve a sus orígenes» en la zona de Areal y que la nueva sede (en la que ha invertido 6,3 millones de euros) no solo albergará oficinas de Zona Franca, sino que cederá espacios para su uso por entidades sociales y empresas, para fomentar la actividad sociocultural, el crecimiento económico y la creación de empleo.
Regades ha puesto en valor la recuperación arquitectónica del edificio y del patrimonio de la ciudad, después de años en los que los sucesivos gobiernos locales «destruían» ese patrimonio. «Estamos acercando la Zona Franca a la ciudad», ha destacado, y ha recordado que este organismo seguirá con su actividad de recuperación de edificios emblemáticos, con la puesta a disposición de un inmueble en el Casco Vello para la Asociación Down Vigo o con la rehabilitación de La Panificadora.
Según ha incidido, la sede de Zona Franca en Areal será «un punto de encuentro» para la sociedad civil y la económica. Mientras, las dependencias que han quedado liberadas en Bouzas ya están ocupadas al 80 % por empresas «que generan empleo y riqueza» y, con las rentas de esos alquileres, la reforma del edificio de Areal «estará amortizada en menos de 10 años».
ZONA FRANCA «EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD»
Por su parte, el alcalde de Vigo y presidente del pleno de Zona Franca, Abel Caballero, ha valorado la labor de recuperación del patrimonio y el hecho de que, ahora, «Zona Franca entra en el corazón de la ciudad» para mantener su labor como «gran movilizadora de la economía».
Así, tras afirmar que el organismo estatal «tiene ahora el mayor dinamismo que tuvo nunca» en la ciudad, ha lamentado que es la Zona Franca la que promueve la creación de suelo industrial en Vigo, mientras que la Xunta de Feijóo «no hizo ni un metro cuadrado».
Por su parte, la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, ha recordado cómo Regades y el alcalde «hablaron con pasión» de recuperar el edificio de Areal, tras el traslado de la sede del organismo provincial a la calle Eduardo Chao, con la idea de «llenarlo de actividad» y de que «la ciudad se apropiase» de ese nuevo espacio.
«Estamos de enhorabuena, no esperaba de tí algo que no fuese extraordinario (…), y sabía que el alcalde no aceptaría algo que no fuese de matrícula de honor», ha proclamado, dirigiéndose a Regades y al regidor olívico, antes de asegurar que la nueva sede de Zona Franca será «un enorme revulsivo para la ciudad y un orgullo para la sociedad».