La flexibilización de medidas del protocolo covid en el sistema educativo en la que trabaja la Xunta se orientará hacia una premisa central: buscar una mayor interacción entre las familias y los propios centros para avanzar hacia una mayor similitud a la situación prepandemia.
El conselleirio de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez, reiteró este martes que la semana pasada mantuvo contactos con el Ministerio del ramo, dirigido por Pilar Alegría, con el fin de conocer y evaluar los planes del Gobierno con respecto a la desescalada del sistema educativo.
Rodríguez insistió en que la Xunta respetará los mandatos de las autoridades sanitarias y el documento de declaraciones coordinadas en materia educativa suscrito por las comunidades autónomas y el Ministerio. Sin embargo, defendió la importancia de «ir avanzando» hacia la posibilidad de que el día a día de los centros «sea lo más parecido» al contexto anterior a la covid-19 y promover una mayor apertura de estas instalaciones.
Entre las cuestiones que valora el comité educativo se encuentran propuestas en esta línea, como retomar la posibilidad de contar con reuniones presenciales entre familias y personal de los centros, una mayor interacción en espacios comunes, ajustar las medidas en formación profesional o en el caso de actividades extraescolares o acciones promovidas desde la comunidad escolar.
El titular educativo destacó, específicamente, la lógica de acompasar las acciones vigentes en la sociedad con las medidas dentro de los centros, dado que «lo lógico» es poder asistir a una función teatral impulsada por los trabajadores de los centros del mismo modo que se puede acudir a un cine o a un teatro con el 100 por cien de aforo.
«Todo esto con una máxima, que es la prudencia», ha matizado, dado que todas las acciones que se adopten al respecto irán siempre «bajo el paraguas de la autoridad sanitaria». Es por ello que todo parece indicar que esta flexibilización inicial se impulsará con independencia de otras cuestiones como el uso de la mascarilla en las instalaciones educativas.
En este caso, Román Rodríguez ha apelado a la «prudencia» y a la «máxima responsabilidad», y que cualquier decisión al respecto se adoptará en el momento oportuno y siempre «avalada desde la perspectiva jurídica y sanitaria».
MÁS AFORO EN LA USC
Además de los centros educativos, el sistema universitario gallego estudiará a su vez una relajación paulatina de las medidas y restricciones vigentes, especialmente en el tema de aforos.
El rector de la Universidade de Santiago de Compostela, Antonio López, ha avanzado a su vez que la institución adaptará los protocolos a la realidad del exterior, pero sin cuestionar acciones básicas como el uso de mascarilla o la ventilación de espacios.
La USC trabajará para entender la distancia de 1,2 metros como una recomendación y no como una obligación, con el fin de reordenar las actividades docentes sin necesidad de contar con espacios vacíos o aforos a la mitad, especialmente en el aula, y así permitir una mayor presencialidad de la actividad docente y estudiantil, cuestión que «es muy demandada» por la comunidad universitaria.