El secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, denuncia que las bodegas gallegas siguen sin firmar de forma generalizada acuerdos estables con viticultores pese a que la vendimia de este año haya sido «histórica».
En rueda de prensa este jueves, García recuerda que la ley de cadena alimentaria establece que antes de comenzar la vendimia deben estar negociados la «totalidad» de los contratos de abastecimiento de uva con el precio a cobrar, además de fijarse la obligación de que tengan una duración de al menos tres años. Una cuestión que solo se cumple en un grado «bastante alto» en la denominación de origen Rías Baixas, pues el resto «adolecen» de contratos por escrito y se basan en «planteamientos verbales».
En esta línea, explica que estas mejores condiciones en Rías Baixas «tiene mucho que ver con la presión» sobre la necesidad de tener aseguradas las uvas. Por ello, se firman contratos de tres a cinco años, sin que las bodegas se arriesguen a sanciones.
Sin embargo, en el resto de las DO gallegas –Ribeiro, Valdeorras, Ribeira Sacra y Monterrei– «no hay negociación real de precios», con un «cierto pacto encubierto de pagar todas» las bodegas «parecido». A este respecto, Carlos Basalo, vocal en el Consello Regulador del Ribeiro lamenta que se sigue en «muchas bodegas» la «situación antigua» de acuerdos de palabra y falta de profesionalidad.
Roberto García recuerda que el precio de la uvas tiene que ser producto de negociación y no puede establecerse de forma «unilateral» por la bodega una vez termine la vendimia.
Por tal motivo, reclama a la Xunta que las ayudas publicas a las bodegas tengan como condicionante previo que se empleen contratos estables con los viticultores.
COSECHA HISTÓRICA
Galicia cierra esta semana una vendimia en la que supera los 73 millones de kilos de uva recogidos, según datos provisionales, lo que supone una de las mejores de la historia.
Según los datos recabados por Europa Press en las cinco denominaciones de origen, a falta de que se cierre la vendimia en algunas bodegas, la estimación de cosecha es la siguiente: Rías Baixas (43,7 millones de kilos), Ribeiro (9,9 millones), Valdeorras (más de 7 millones), Ribeira Sacra (6,3 millones), Monterrei (6,2 millones).
En la última década, solo los casi 78 millones de kilos de uva registrados en 2011 superan esta cantidad. En comparación con 2020, año en el que hubo 60,4 millones de kilos, se produce un significativo repunte por encima del 20%.
Al respecto, el líder de la organización agraria indica que este incremento importante en la producción se produce en «un momento necesario para el sector», dado que «no había remanentes en bodegas en líneas generales».
Lamenta que, a pesar de las mejores condiciones del mercado, no se fue capaz de «convencer» a las bodegas de que se sienten a negociar contratos de abastecimiento de larga duración, «ni siquiera en un año de tanta demanda de uva». FALTA DE MANO DE OBRA
Por otra parte, Roberto García ha llamado la atención acerca de «un problema crónico» en la vendimia en Galicia y de «difícil solución», como es la ausencia de mano de obra para la recogida de uva.
Aquí, lamenta la dificultad para encontrar equipos necesarios para el trabajo en pocos días, además de las actuaciones de inspecciones de trabajo realizadas «cuestionando» la ayuda de familiares en estas labores. También expone que el adelanto de clases de este año se unió a los problemas para que hubiese mano de obra.
DIFERENCIAS DE PRECIOS POR DO
Igualmente, Unións Agrarias ha puesto el foco sobre cómo se pagan diferentes precios a viticultores entre las distintas denominaciones de origen gallegas.
Según datos de UU.AA., el mayor incremento de precios ocurre en Rías Baixas, pues pasa de 1,30 euros (precio mínimo) y 1,50 euros (precio máximo) por kilo de uva en 2020 a 1,80 euros (precio mínimo) y 2,30 euros (precio máximo) en 2021, lo que supone un alza del 38,5% y 53,3%, respectivamente.
García apunta a que también hay alzas en Ribeiro y Valdeorras, pero los precios están más estancados en Monterrei y Ribeira Sacra.
Con base en estos datos, los precios mínimos y máximos que se pagan por kilo en la actual campaña son los siguientes: Ribeiro (0,7 y 1,4 euros) Ribeira Sacra (1,1 y 1,5 euros) Monterrei (0,9 y 1 euro). En Valdeorras tan solo se refieren 1,5 euros en el precio máximo.
Todo ello, arroja una cifra de 223 millones de euros en la producción de 2021 para 10.600 viticultores, según las cifras aportadas por la organización agraria.
Con todo, García valora la reforma de la ley de cadena, pendiente de ratificación en el Senado, para que no se pueda vender a pérdidas, así como el «antes y después» que supondrá que los contratos con viticultores no se podrán hacer «a posteriori», sino que deberán estar registrados en una instancia pública «antes de que se inicie la vendimia». De tal forma, «la negociación colectiva va a ser un realidad».
Paralelamente, Unións Agrarias demanda una reunión «urgente» con el conselleiro de Medio Rural, José González, en relación con la convocatoria electoral en consejos reguladores del próximo mes de marzo, dado que las organizaciones agrarias deben ser consultadas sobre ese proceso.