El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha aclarado este miércoles que para que el catalán y el resto de lenguas cooficiales de España puedan ser oficiales en el seno de la UE haría falta una reforma de los tratados que por ahora no está prevista.
Así se ha expresado después de que la diputada de ERC Marta Rosique le haya preguntado si el Gobierno va a pedir que el catalán sea oficial en la UE, tras asegurar que a su partido le preocupa «la pervivencia de la lengua catalana», «símbolo de resistencia popular» y que es el patrimonio que enlaza a los catalanes «con los que lucharon y lucharán».
Albares ha recordado que ya en 2004, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, el Gobierno solicitó la oficialidad de todas las lenguas cooficiales y el Consejo «señaló que los tratados actualmente vigentes no lo permiten». «Conseguir su oficialidad conllevaría una reforma de dichos tratados», algo que en estos momentos no está previsto, ha puntualizado.
El ministro ha asegurado que «el Gobierno considera un gran valor la riqueza cultural y lingüística de España y la defiende siempre dentro y fuera», de ahí el que esté llevando a cabo una intensa labor para que se reconozca el catalán y el resto de lenguas cooficiales «en otras instituciones».
Como resultado de ello, ha precisado, se han firmado acuerdos, «bajo Gobierno socialista siempre», con el Comité de las Regiones, la Comisión Europea, el Consejo, el Consejo Económico y Social o el Defensor del Pueblo gracias a lo cual los ciudadanos pueden comunicarse en estas lenguas y recibir respuestas en ellas.
En todo caso, Albares ha asegurado a Rosique que puede contar con él «para promover el uso del catalán, el vasco y el gallego en las instituciones europeas», si bien la diputada de ERC no se ha dado por satisfecha, asegurando que este paso «no basta» y reclamando «voluntad política» para pedir al Consejo que la oficialidad del catalán se incluya en los tratados.
En este punto, Rosique ha terminado su intervención hablando en catalán para criticar las «amenazas constantes» que ha sufrido el catalán en los últimos años y ha advertido: «Aún estamos a tiempo de revertirlo».
Sus palabras han hecho que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, le haya afeado el gesto si «su principal objetivo es que el ministro la entienda para que pueda responder a su pregunta».
Por su parte, Albares le ha reiterado que «no hay perspectivas de reforma de los tratados» y que al igual que el catalán, en la UE hay 60 lenguas más que no van a ser oficiales en el bloque, pese a lo cual ha reiterado que «este Gobierno apoyará la diversidad lingüística».