La defensa de la acusada de matar, en julio de 2016, a dos ancianos a los que cuidaba en Arzúa (A Coruña) ha pedido la absolución de su clienta, en el juicio que se celebra en la Audiencia coruñesa.
La letrada alega que su defendida, diagnosticada de esquizofrenia desde 1994, sufrió un brote psicótico que le impedía ser consciente de sus actos cuando, según el escrito del Ministerio Público, agredió con un cuchillo a la madrina de su marido y a la pareja de esta mientras dormían. También sostiene que no es «peligrosa» si recibe correctamente su medicación.
Al igual que en el primer juicio –esta es la segunda vez que se celebra después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ordenase que se repitiese–, la acusada se ha acogido a su derecho a no declarar, como también lo han hecho su marido y su hija que comparecieron como testigos.
La Fiscalía acusa a la procesada de dos delitos de homicidio, aunque inicialmente en su escrito la había acusado de dos delitos de asesinato y uno de lesiones por atacar a su suegro, pidiendo, en su calificación inicial, su condena a 43 años de internamiento para tratamiento médico.
El Ministerio Fiscal coincide con la defensa en que la mujer no era consciente de sus actos, pero pide una «medida de control» para que no se cause daño a ella o a los demás.
SEGUNDO JUICIO
Esta es la segunda vez que se celebra el juicio después de que el TSXG estimase el recurso de apelación contra la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña que decretó su internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario.
En el primer juicio, el jurado la consideró culpable de dos homicidios dolosos, pero también vio probado que durante la comisión de los hechos la acusada presentaba un trastorno psicótico agudo que anulaba totalmente sus capacidades cognitivas y volitivas. En base a ese veredicto, la Audiencia Provincial de A Coruña absolvió a la mujer por falta de imputabilidad, pero acordó su internamiento para tratamiento médico por tiempo máximo de treinta años.