El abogado del maquinista que conducía el tren accidentado en Angrois (Santiago) en julio de 2013, Manuel Prieto, critica el rechazo de los recursos al cierre de la instrucción judicial sin tocar «la mayoría de las cuestiones».
«Me sorprende que se traten tan poco los recursos. Deben rondar las 500 páginas y se resuelven con escasas 25», comenta, en declaraciones a Europa Press tras conocer el auto con el que la Audiencia Provincial de A Coruña ratifica el cierre definitivo de la investigación.
Según censura el letrado, «la mayoría de las cuestiones ni se tocan», por lo que «parece que estaba predestinado a hacerse así» el final de la causa, que se encamina ya hacia el juicio oral al maquinista y al exjefe de seguridad en la circulación de Adif.
En su opinión, «se debían analizar más profundamente algunas cuestiones». En cualquier caso, por su parte, se dispone a preparar el escrito de defensa y la estrategia con la vista puesta en el juicio, donde «se volverá a debatir todo» lo que intentó argumentar durante estos siete años y medio de instrucción.
«CARENTE DE MEDIDAS»
Prieto reclamó el sobreseimiento del maquinista, Francisco Garzón, y, entre otras cuestiones, ha basado sus escritos a lo largo de toda la instrucción sobre la importancia del factor humano, la posibilidad del error, y «el menosprecio» que mostraron al respecto de ambos las organizaciones empresariales, tanto Adif como Renfe.
En su comparecencia en el Congreso, Garzón denunció que ese siniestro fue un «accidente anunciado» en una línea «carente de medidas de seguridad». Lo hizo a través de un comunicado que leyó un diputado en su nombre, ya que la emoción le impidió hacerlo por sí mismo.