La Comisión Gallega de Control de la Violencia ha celebrado su sexta reunión desde que fue constituida para dar respuesta a las denuncias e incidencias en competiciones deportivas oficiales en el ámbito autonómico, provincial, zonal o local.
Lo ha hecho para resolver tres expedientes de infracciones, que han sido sancionados con multas de 150 y 300 euros, además de prohibiciones de acceso a recintos deportivos.
En concreto, se ha pronunciado sobre un expediente relativo a los insultos proferidos por un aficionado al árbitro en el Campo de fútbol de Paiosaco, otro sobre los insultos dirigidos a una jugadora en un partido de base, y uno sobre el tránsito de seis personas por una zona prohibida al público en el Rally de Narón, con grave riesgo para su integridad y el desarrollo de la prueba deportiva.
En el primer caso se resolvió con una multa de 150 euros al infractor y la prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un período de un mes. En el segundo caso, se acordó una multa de 300 euros y la prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un período de seis meses. En el tercer caso, se sancionará a cada infractor con una multa de 150 euros.
Además, tras la lectura y aprobación de las actas anteriores, se admitieron seis nuevos expedientes. Son, concretamente, los relativos al altercado con agresiones en las gradas entres dos familiares del Maristas A y el AD Castro San Miguel en Vigo, que motivaron la suspensión del partido de fútbol sala local pre-benjamín; al acceso de una persona con su vehículo a un tramo de la vía del Rally de A Mariña Lucense que estaba restringido al tráfico; y a la denuncia por la existencia de un barril de cerveza con alcohol y 40 botellas de alta graduación en la barra de las instalaciones del Sada C.F..
Además, se analizarán los expedientes por los insultos racistas recibidos por un jugador en el partido Mondoñedo Ciudad – Candelaria S.D.; por los incidentes ocasionados por los entrenadores de dos clubes de piragüismo de la provincia de Pontevedra; y por los insultos y las amenazas de un aficionado al árbitro del partido del Grupo 10ºB de la Primera Autonómica Juvenil, entre los equipos del Velle B y el Seixalbo.