El Ayuntamiento de Pontevedra mantendrá cerrados sus 60 parques infantiles una semana más, puesto que considera que los requisitos establecidos por la Xunta para reabrir estas zonas son «imposibles de cumplir en un par de días» y resultan «absurdos desde el punto de vista sanitario».
Los concejales de Desenvolvemento Sostible y de Rural, Iván Puentes y Alberto Oubiña, apuestan por una reapertura «gradual» de las zonas de juego. Puentes acusa al PP gallego de anteponer «sus urgencias electorales por ofrecer una imagen de normalidad a la seguridad de los más pequeños», mientras que Oubiña tacha de «incongruente» que se acelere la decisión de abrir los parques infantiles cuando se mantienen cerrados los centros escolares.
«Creo que las precauciones que debemos tener a la hora de reabrir los colegios también tienen que regir en las zonas de juego», insistió Oubiña.
El Diario Oficial de Galicia (DOG) del sábado recoge que, con la entrada el lunes en la ‘nueva normalidad’, Galicia permite abrir los parques infantiles al aire libre si se respeta una capacidad máxima, pero para cumplir este requisito, señala Puentes, es necesario medir primero e instalar carteles informativos.
La desinfección que se exige una vez al día es, opina, «tan costosa como inútil», puesto que no resuelve el hecho de que un elemento que acabe de tocar un niño pueda quedar infectado y contagiar al siguiente.