Simplificar el voto por correo para las elecciones del 12 de julio dado la falta de margen para analizar vías que funcionan en otros países, como la de emitir el sufragio por métodos telemáticos. Es la propuesta que dejan sobre la mesa politólogos de universidades gallegas que coinciden en dos visiones: no ha habido cita electoral «más incierta» que el 12J y la agenda «única» será el COVID-19.

A las puertas de que la Xunta presente su propuesta de protocolo para los comicios, Erika Jaráiz, del Equipo de Investigaciones Políticas de la Universidade de Santiago de Compostela, ha reflexionado sobre los mecanismos con los que se podría trabajar para garantizar las mejores condiciones de votación y ha incidido en que «en otros países ya se ha pensado en esto, y hasta ahora no hay muchas salidas».

«A tan corto plazo es difícil incorporar nuevas formas como el voto electrónico, tanto en cuanto a las garantías en el ejercicio de nuestro derecho al voto, como en lo relativo a las adaptaciones técnicas y legislativas que serían necesarias para llevarlo a cabo, pero sí es posible incentivar el voto por correo creando un mecanismo específico para esta ocasión», ha trasladado a Europa Press.

«Si una empresa puede garantizar que tu compra llega a casa en un día, ¿por qué no se va a poder votar desde casa, al menos las personas mayores y los colectivos de riesgo?», se pregunta esta experta.

También hacia la simplificación del voto por correo ha apuntado, consultado por Europa Press, el profesor del departamento de Sociología y Ciencia Política de la Universidade de Vigo Álvaro Xosé López Mira, quien, en todo caso, se ha mostrado poco optimista en relación a la posibilidad de que la situación que vivirán ahora Galicia y Euskadi permita, al menos, reflexionar en un futuro sobre la implantación de otros sistemas como el voto electrónico.

«Los teóricos llevan tiempo situando esta medida sobre la mesa y hay países en los que funciona este sistema, pero no es muy dada la clase política española a la reflexión. Las urgencias políticas se lo comen todo», ha indicado López Mira, quien incluso tiene sus dudas de que finalmente, aunque sería una de las primeras opciones a tener en cuenta, se vaya a simplificar el voto por correo.

MÁS MESAS Y MÁS PRESENCIA EN MEDIOS

En todo caso, Jaráiz considera que para que no se vean afectadas las garantías democráticas «no basta con garantizar los elementos formales de una elección», sino que deben cumplirse dos condiciones: «el acceso a la información directa de los candidatos y el control del riesgo objetivo y subjetivo. «España limita mucho el acceso directo de los ciudadanos a los candidatos por la falta de publicidad en medios de comunicación, y eso cobra importancia en este caso», apunta.

«Además, los ciudadanos deben estar tranquilos y no percibir el hecho de ir a votar como un riesgo (independientemente de que objetivamente no lo sea, por supuesto), de lo contrario la calidad democrática de estos comicios se verá mermada», ha añadido, convencida de que «dos medidas que podrían contribuir a ello serían las de disponer de tiempo de publicidad electoral en los medios, especialmente en las televisiones, y duplicar el número de mesas electorales», aún con el coste que conlleva.

INCERTIDUMBRE Y AGENDA ÚNICA

Más allá de las medidas, tanto Jaráiz como López Mira coinciden en todas las incógnitas que rodean a esta convocatoria electoral, la «más incierta». Una opinión que comparten con Enrique Varela, también profesor del área de Ciencia Política y de la Administración de la Universidade de Vigo, quien al margen de la «incertimbre», apunta a que solo habrá «una agenda: el COVID-19».

López Mira coincide en esta visión de «agenda única» y, al igual que su compañero de la institución académica viguesa, remarca que «nunca» fue tan difícil hacer pronósticos sobre cuáles van a ser los resultados electorales.

Si Jaráiz considera que «la urgencia por la realización de las elecciones solo se explica por la oportunidad política», ya que «para Feijóo este es el momento adecuado», Varela hace hincapié en que el foco de la gestión de todos los servicios que han sufrido la crisis recae en competencias autonómicas, por lo que, si la oposición es capaz de, unida, «construir un discurso de alternativa», puede penalizar al PP.

López Mira, en cambio, incide en la presencia mediática de Feijóo, precisamente en el marco de gestión de la crisis sanitaria, por lo que considera que el candidato popular llegará al periodo formal preelectoral «con la campaña medio hecha».

Asimismo, mientras Varela incide en que factores psicológicos como el miedo o la incertidumbre pueden influir en un electorado que tradicionalmente favorece al PP como es el mayor de 65 años, López Mira lleva su reflexión hacia el ámbito más rural de la Comunidad, donde, favorecido por la dispersión del territorio gallego, «el coronavirus se vio por la televisión».

En esta coyuntura, los distintos expertos coinciden en que no se puede hacer pronósticos sobre los resultados del próximo 12J y las encuestas tienen «todavía menor validez».