El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha desligado este jueves de Galicia la investigación por supuesta corrupción al exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya, detenido en la pasada jornada en Málaga. «Sé que estamos en precampaña electoral y todo vale en precampaña electoral», ha censurado.
Preguntado sobre las relaciones entre la Xunta y Lozoya, con el foco en el naval y en el astillero vigués de Barreras, Feijóo ha empezado por «felicitar» a la Policía española por «actuar de acuerdo con las indicaciones de la Administración de Justicia» de México. «Felicidades por su diligencia», ha subrayado.
A renglón seguido, ha querido aclarar que «el acuerdo de Barreras y los floteles no fue adoptado con este expresidente, sino con el anterior». «Está documentado en todas las hemerotecas y fue (Juan José) Suárez Coppel el que firmó conmigo dos floteles», ha esgrimido.
En segundo lugar, ha defendido que al exdirector de la compañía mexicana detenido «se le investiga por información relativa a algo relacionado con Brasil, no con Galicia» y ha agregado que, sobre asuntos vinculados con Brasil no tiene «nada que añadir».
CONTEXTO ELECTORAL
Dicho esto, ha circunscrito las críticas y alusiones a sus fotos con Lozoya por parte de la oposición al actual contexto electoral, con los comicios autonómicos convocados para el 5 de abril.
«Sé que estamos en precampaña electoral y que todo vale en precampaña electoral. En 2012 se nos dijo que los barcos de Pemex eran barquitos y no existían. Ahora se dice que hay un directivo investigado… Pues que siga investigado, que la Justicia mexicana investigue lo que quiera», ha retado.
Finalmente, ha garantizado que Galicia está «preservada» sobre cualquier cuestión relativa «a este asunto o a cualquier otro que tenga relación con esta compañía petrolífera».
ENTRADA DE PEMEX EN HIJOS DE J. BARRERAS
En septiembre de 2012, Pemex y la Xunta de Galicia anunciaban la firma de los contratos para la construcción de dos floteles (uno en Barreras y otro en Navantia-Ferrol) y, algo más de un año después, a propuesta de Emilio Lozoya, el Consejo de Administración de PMI (filial de la petrolera mexicana) aprobó la compra del 51 por ciento de las acciones del astillero vigués por 5,1 millones de euros.
Esta compra, apadrinada por el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo (en cuya agenda pública figuraron encuentros con Lozoya en 2013 y 2014), se escenificó en diciembre de 2013, en una visita de mandatarios de la empresa mexicana a Vigo. En esa visita, se anunciaron varios contratos más, que nunca llegaron a hacerse realidad (un atunero, tres ‘buques-tanque’ y otras tres unidades que tampoco se concretaron).
Más tarde, la bajada del precio del petróleo y el cambio de gobierno en México, donde el presidente López Obrador anunció la revisión de contratos y una investigación sobre la «corrupción» en la petrolera, hicieron que el astillero vigués se convirtiera en un quebradero de cabeza para Pemex.
De hecho, la estatal azteca ha trasladado su intención de deshacerse de las acciones, y recuperar los 5,1 millones de euros, así como los 8 millones depositados en garantías.