El número dos de Vox, Javier Ortega Smith, ha admitido este domingo en Lugo que, en caso de que «se diese la hipótesis» de que «el PP necesitase los votos de Vox» para conformar Gobierno en Galicia tras las próximas elecciones autonómicas de 2020, la formación de Santiago Abascal estaría dispuesto a dárselos para «mantener su máxima» de «evitar que la izquierda gobierne en ninguna parte de España».
Este domingo, ante una sala que congregó a más de cien simpatizantes en el Palacio de los Congresos de Lugo, el portavoz de Vox en Madrid ha tratado de convencerlos para que se afiliasen al partido de extrema derecha y así fortalecer su presencia en Galicia.
En la pasada jornada, Ortega Smith estuvo en Ferrol para decir que los próximos comicios autonómicos son la oportunidad para «acabar el feudo de Feijóo en Galicia» y un día después ha asegurado que darían sus votos al PP, «pero no por cheques en blanco», sino que pedirían que se cumpliesen «una lista de medidas y se desmontasen los chiringuitos de las asociaciones y organizaciones ideológicas».
En este sentido, también ha querido subirse al carro de la actualidad y ha manifestado que una de las condiciones sería «dedicar todos los recursos económicos para que no haya una sola población gallega que no tenga, a una distancia razonable, un centro de salud con todas las dotaciones necesarias». Unas declaraciones que vierte una semana después de que se produjese el cierre del paritorio de Verín (Ourense).
«ESPAÑA Y LIBERTAD»
En la misma sala, Ortega Smith dedicó más de 30 minutos a hablar de «violencia intrafamiliar», es decir, violencia de género; de la «defensa de la patria», la presencia del Estado en Europa y el «odio» del que «medios de comunicación y partidos políticos» acusan a Vox.
Desde niños a septuagenarios, entre los que pesaba una amplia mayoría de hombres, todos han estado prestando atención a las palabras del número dos del partido de extrema derecha. A su llegada, lo han recibido ondeando pequeñas banderas de España que la organización había colocado en los asientos.
Mientras los asistentes gritaban ‘Viva España’ e incluso ‘Arriba España’, Ortega Smith ha subido al estrado, en el que ha defendido «España y la libertad», dos conceptos que ha reducido a lo que él entiende por el «amor» a la «patria» y la «libertad de opinión, expresión o educación» que va en contra de la «dictadura del pensamiento único y de lo políticamente correcto» que instalan «los progres» con una «censura que ya quisieran los regímenes totalitarios» ha sostenido.
En su intervención ha reiterado que Vox es «especialista en cargarse cortijos» como el que a su juicio existe en Galicia. Primero arremetió contra el expresidente de la Xunta Manuel Fraga Iribarne y «la anormalidad lingüística» que supuso la «ley de normalización lingüística para imponer el gallego».
Después, se dirigió al actual titular del Gobierno autonómico, Alberto Núñez Feijóo, y lo acusó de decir que «iba a defender el derecho de educar a nuestros hijos en libertad, pero hizo lo contrario» o que «iba a defender un proyecto de Galicia como parte inseparable de España, pero el señor Feijóo empezó a hablar de que era una nación sin estado».
Ante el escenario que ha pintado a sus oyentes, Ortega Smith ha vuelto a apostar por «acabar con el chiringuito del PP» en unas elecciones autonómicas que espera que se «convoquen cuanto antes» y en las que ha anticipado que habrá representantes de Vox en las cuatro provincias gallegas.