El jurista y expolítico Miquel Roca, uno de los ‘padres’ de la Constitución, ha puesto este jueves en valor la vigencia de la Carta Magna de 1978, y ha advertido de que esa Constitución «hoy añora el diálogo y el consenso que la hizo posible».
Así lo ha manifestado durante su discurso tras recoger, junto a Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, el Premio Foro La Toja-Josep Piqué, de manos del Rey Felipe VI y otras autoridades.
Miquel Roca ha agradecido este reconocimiento que, según ha apuntado, es un «pretexto para recordar lo que la Constitución sigue significando y significará en el futuro». «Me ilusiona constatar que lo que hicimos sigue acompañando el presente y el futuro de España», ha proclamado.
Así, ha subrayado que «el tiempo no ha envejecido la Constitución», sino que la ha fortalecido. «Ninguno de los problemas que se plantean tienen su origen ni su causa en el ordenamiento constitucional. Hoy la Constitución es más garantía que problema», ha remarcado.
«La Constitución hoy añora el diálogo y el consenso que la hizo posible», ha proclamado, y ha añadido que la Carta Magna «es más que un texto solemne (…), es un mandato que nos obliga a respetarla, a cumplirla y a hacerla cumplir».
En ese sentido, Miquel Roca ha recordado que el texto constitucional y el proceso de la Transición demostró que los españoles son capaces de adaptarse a su diversidad y de cohesionar una sociedad plural. «Lo hicimos entre todos y para todos. Ahora, por más vivas y lacerantes que sean las discrepancias, lo debemos hacer y lo vamos a hacer», ha sentenciado, antes de añadir que «la democracia es pacto».
«LA CONSTITUCIÓN NO ESTÁ COJA»
Por su parte, Herrero y Rodríguez de Miñón ha iniciado su intervención bromeando con su cojera y lentitud al caminar, y ha ironizado: «Soy cojo, pero la Constitución no está coja, ni cojea».
Este ponente de la Carta Magna ha censurado las posiciones «minoritarias» que ponen «en riesgo» y en cuestión los hitos de la política exterior y de la economía de mercado, y ha defendido «la historia de verdad» frente a los «chismes», y la Transición que permitió el paso de una dictadura a una democracia.