La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, ha propuesto este martes que las ayudas anunciadas por la Xunta para los afectados por la ola de incendios en Galicia también consideren la ganancia dejada de percibir por los productores, es decir, que se tenga en cuenta lo que desde el sector vitivinícola ingresarían si sus cosechas no hubiesen sido destruidas.
«Reclamamos que se reconozca el lucro cesante y que se compensen las pérdidas que provocaron los incendios en su totalidad, mayormente porque vimos como en muchos casos fueron los viñedos los que salvaron a las poblaciones de los fuegos», ha subrayado la nacionalista.
La propuesta ha sido trasladada por Pontón durante visita a la comarca de O Ribeiro, donde también ha criticado al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, al tildar el Gobierno autonómico de «tacaño» por sus planes para compensar los daños por los fuegos.
Durante la visita, la portavoz nacionalista ha visitado bodegas de denominación de origen en los ayuntamientos de Cenlle, Ribadavia y Carballeda de Avia, donde se ha reunido con representantes del sector «para analizar la situación».
En esta línea, Pontón ha advertido que el sector productivo «soporta graves dificultades en las que se suman ahora las pérdidas causadas por la ola de incendios» y ha añadido que también hay viñedos quemados en Monterrei y Valdeorras.
«No se puede permitir que después de los fuegos pueda haber un abandono mayor del medio rural y de la producción en este ámbito», ha sentenciado.
MEDIDAS ESPECÍFICAS PARA O RIBEIRO
En este contexto, la nacionalista ha incidido en que, a lo largo de los últimos 20 años, hubo «una caída brutal» en la producción en la zona de O Ribeiro, llevando a «muchas personas a abandonar la actividad».
Así, ha defendido revertir esta situación con medidas a corto y medio plazo, entre las que ha planteado elaborar una ley gallega del vino para impulsar la actividad.
Otra propuesta que ha planteado es apostar por un «banco de tierras efectivo» para «recuperar el viñedo abandonado y superficie agraria útil», mientras se establece el desarrollo de un plan estratégico plurianual para recuperar y renovar los viñedos.
El programa de actuación que plantean los nacionalistas pretende, en cuatro años, recuperar un total de 1.300 hectáreas y ayudar a 300 viticultores, incluyendo a los de pequeñas bodegas.