El ya exconselleiro do Mar, Alfonso Villares, ha dejado este miércoles su cargo en el Gobierno gallego dos años después de que en junio de 2023 el presidente, Alfonso Rueda, con quien mantiene una relación de amistad, decidiese ‘ascenderlo’ a titular de un departamento autonómico tras una dilatada trayectoria local como alcalde de Cervo (Lugo).
Lo hace investigado a raíz de una denuncia por supuesta agresión sexual presentada «meses» atrás por la presentadora ferrolana Paloma Lago.
De la entrada de Villares, quien sucedía a Rosa Quintana, la entonces integrante más veterana del Consello de la Xunta, junto con el propio Rueda, se hizo entonces una doble lectura: que Rueda apostaba por promover a dirigentes del ámbito local y también que iniciaba el diseño de un equipo propio en el que fueron, paulatinamente, cambiando más caras, y apostaba por perfiles cercanos a él.
Y es que Rueda había heredado apenas un año antes la Presidencia del Ejecutivo autonómico de las manos del ahora líder del PP estatal, Alberto Núñez Feijóo, y con ella, a todo su equipo, que decidió mantener. El mensaje era el de estabilidad y continuidad.
Por ello, cuando Feijóo incorporó a algunos de sus colaboradores que habían continuado en el Ejecutivo autonómico a sus listas electorales para los comicios generales de 2023 y quedaron vacantes en la Xunta, Rueda pudo empezar a marcar el perfil con sus fichajes. Entonces, los elegidos fueron Villares y la ourensana Elena Rivo, que no repitió en el Gobierno que conformó el pontevedrés tras revalidar la mayoría absoluta en 2024.
AMPLIA TRAYECTORIA LOCAL
Además de la proximidad con Rueda, con quien ha llegado a compartir de forma pública recorridos en bicicleta, una de las aficiones deportivas del presidente gallego, Villares (Cervo, 1970) acumulaba una importante trayectoria en el ámbito local con notable éxito electoral.
Licenciado en Veterinaria, y entre 1996 y 2007 ejerció profesionalmente como veterinario. Concejal del PPdeG en Cervo desde 1995, con responsabilidades de gobierno desde 1999 y como alcalde desde las elecciones municipales de 2007, llegó a revalidar cuatro mayorías absolutas consecutivas. También ejerció como vicepresidente primero de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp).
Dos años después de su designación como conselleiro y tras una denuncia que Lago presentó «meses» atrás en un juzgado de Ferrol, Villares ha abandonado su cargo en una rueda de prensa que finalizó con un aplauso enérgico de los miembros de su equipo en la Consellería, que le apoyaron en la sala de prensa. Él se ha declarado «absolutamente inocente».
POLÍTICA PESQUERA
Al frente de un área económica estratégica en Galicia como es la política pesquera ha afrontado retos significativos, aunque su principal ‘crisis’ hasta ahora fue la de los pélets, en un contexto preelectoral en el que la oposición a Rueda convirtió la llegada de los plásticos a la costa gallega en uno de sus caballos de batalla.
En ese contexto tiene el origen una de las frases que marcaron desde un punto de vista mediático a Villares, quien, preguntado entonces sobre las consecuencias alimentarias, dijo en su día que él no se comía «los aparatos digestivos de los pescados» en los que se podían alojar pélets, si bien apuntó que «cualquier persona» puede comer «a veces accidentalmente algún plástico». «Entran por donde entran y salen por donde salen», dijo.