El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha vuelto a rechazar la OPA lanzada por el BBVA para adquirir el Banco Sabadell y ha exigido al Gobierno central que «desautorice» esta operación ya que, según ha denunciado, «implica una mayor concentración bancaria, destruye empleo y precariza aún más los servicios financieros, especialmente en Galicia».
En este sentido, el diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, ha advertido de que la fusión «implicará una nueva destrucción de empleo en el sector financiero y de la banca que, aún muy recientemente, acaba de soportar una dura reconversión».
Así, Rego ha aprovechado para recordar que el sector bancario, «lejos de mejorar su relación con la ciudadanía, mantiene prácticas abusivas», entre las que se ha referido a la subida de los tipos de interés, «que no se traduce en mejoras para el ahorro ni para la financiación de empresas y familias».
«El sector bancario español presenta ya características de oligopolio, y esta operación solo vendría a profundizar en su concentración, facilitando además la destrucción de puestos de trabajo y la eliminación de oficinas, especialmente en el ámbito rural», ha incidido el diputado nacionalista.
El BNG ha denunciado en una nota de prensa que la fusión responde únicamente a los intereses de los grandes fondos de inversión internacionales, como BlackRock o Vanguard, que ya controlan participaciones mayoritarias en ambas entidades.
Asimismo, la formación nacionalista ha señalado el «grave impacto» que esta operación tendría en Galicia, «donde la concentración bancaria ya es de las más altas del Estado y donde, de aprobarse la OPA, 90% del mercado quedaría en manos de apenas cinco entidades».
Por todo ello, el BNG ha registrado una batería de preguntas en las Cortes del Estado para conocer la posición del Gobierno sobre esta operación. Entre otras cuestiones, el Bloque pregunta por el número de alegaciones recibidas en la consulta pública abierta por el Ministerio de Economía, por las medidas para proteger el empleo y los servicios bancarios, y por la posibilidad de facilitar salidas pactadas como prejubilaciones en vez de EREs.