La primera sesión del Debate sobre el Estado de la Autonomía que ha arrancado este miércoles en el Pazo do Hórreo ha transcurrido, como es habitual, marcada por los anuncios del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Pero también hubo espacio para contraponer modelos políticos, alguna llamada al consenso (con pocos visos de materializarse dado el tono), y más chascarrillos que anécdotas de las que a veces marcan las actas de la cita política anual más importante.
La jornada empezó en el Pazo do Hórreo marcada por el anuncio de que el Gobierno dejaba el proyecto de Altri sin los fondos del Perte de descarbonización, con una convocatoria precipitada del líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, sobre un anuncio que había confirmado horas antes la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en un post en redes posterior a su publicación en ‘eldiario.es’.
Como era previsible, Rueda tiró de ‘aldraxe’ en su intervención y también de ironía al felicitar a sus rivales políticos por su «eficacia» a la hora de lograr «que no venga dinero a Galicia». Semejante «éxito» valió al líder del PPdeG para sugerir que el calificativo de «os do non» –«los del no»– que habitualmente dirige al BNG comenzaba a ser, a su juicio, extensible también a los socialistas.
Frente «a los del no», el presidente ha llamado a «pensar Galicia en grande»: un eslogan que la nacionalista Ana Pontón ha utilizado en más de una ocasión, en campaña e incluso en una cita similar a la de este miércoles, en 2021. Fue su primer debate de política general como protagonista del Bloque y el contendiente era aún Alberto Núñez Feijóo.
Pero Rueda también se ha aprovechado de otros lemas acuñados en su propia casa política: «Galicia funciona y Galicia cumple. Dicho y hecho», ha proclamado varias veces rememorando una campaña con la que el PPdeG buscaba en 2020 «poner en valor la palabra» del que fue su antecesor al frente de la Xunta y hoy lidera el PP.
Enfrente, la oposición ha puesto el foco en la «propaganda» y «el régimen personalista» de Rueda. Empezó Besteiro con una enumeración: «Dijo usted hace un año que no iba a caer en la autocomplacencia y, desde entonces, no ha hecho otra cosa. Fiesta por los 100 primeros días, fiesta por el aniversario de las elecciones, fiesta por la investidura, y solo le faltó una verbena por el primer Consello de la Xunta».
«A este ritmo», ha añadido, hay que «ir pensando en cambiar el Día de Galicia», que se celebra el 25 de julio coincidiendo con la festividad del Apóstol Santiago, para el «1 de agosto», que es San Alfonso. «Un festivo autonómico, por supuesto, con procesión, ofrenda floral e himno», ha ironizado el socialista.
Rueda le contestó después en tono irónico y le indicó que no celebra su Santo en agosto, sino el 23 de febrero, el Día de San Ildefonso. «A lo mejor hago una fiesta, el año que viene cae en viernes y está usted invitado, lo que no sé es si, siendo viernes, el que está de fiesta será usted. Hay que verlo», ha esgrimido
Le siguió la nacionalista Ana Pontón, que también quiso acuñar un término: «el Ruedafeudalismo, donde la gente tiene que ir a darle las gracias al gran líder por los favores que reparte». «Usted no quiere derechos, quiere caridad. No quiere ciudadanos, quiere siervos», ha afeado, antes de advertirle que «en política no se viene a servirse de la gente».
A Pontón le dirigió, precisamente, una de las críticas más duras del discurso el presidente gallego al afirmar él, que es funcionario, secretario municipal, que la «diferencia» entre ambos es que cuando los dos dejen la política, él «tendrá a donde ir», pero la líder nacionalista «no». La portavoz del BNG ha censurado su «machismo y clasismo».
PAZOS Y SU ‘DICCIONARIO DEL BENEGUÉS’
«Bienvenidos al debate de la autonomía de 2015», resumió, por su parte, el portavoz parlamentario del PPdeG, Alberto Pazos, uno de los que más tiró de chascarrillos en una intervención, en la que ha identificado las intervenciones de sus rivales políticos como «los mismos argumentos, letanías y patrañas de siempre».
Con el foco en el BNG (al que los populares acusan de «mentir, manipular y hacer propaganda»), y mientras mostraba un libro, en la línea con una campaña que los populares han movido en redes sociales, ha proclamado a modo de chanza que el PPdeG ha creído que es el momento de crear un «diccionario gallego-Benegués». También les ha recordado que Rueda revalidó la mayoría absoluta el año pasado.
«MOVER LOS TRASEROS, PERO NO LOS CORAZONES»
En este escenario y a la espera de lo que suceda en la próxima jornada y de los acuerdos que finalmente cierren los grupos, el diputado de Democracia Ourensana (D.O.), Armando Ojea, fue capaz de resumir la jornada con una frase: «Los sermones largos mueven los traseros, pero no los corazones».
Pero ganó protagonismo en otros momentos del debate. Por ejemplo, en el segundo turno ha iniciado su intervención ironizando sobre el nivel de aplausos de la bancada popular al discurso de Rueda: «Acabo de comprobar con una aplicación la cadencia de los aplausos del PP y no falla, son 165 PPM siempre».
Y además de responder a algunas de las alusiones del presidente de la Xunta, Ojea también ha hecho hincapié en la defensa de la lengua gallega con una reflexión que se ganó un único aplauso «histórico», en palabras del presidente Miguel Santalices –al componer él solo el Grupo Mixto–: «El gallego es una enfermedad pediátrica, hay que cogerlo de niño, de adulto ya no se coge».
No hubo encuesta entre los invitados que pasaron por la tribuna –ninguno del BNG, que está amonestado tras un incidente protagonizado por activistas de Queremos Galego, que interrumpieron con cánticos al conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude, José López Campos– para saber si compartían la percepción que Ojea había manifestado sobre los «largos» sermones.
Pese a la limitación normativa al Bloque, sí acudieron al debate, invitados por el Parlamento, los regidores de Santiago, Goretti Sanmartín, y Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, ambos del BNG. También se desplazaron a la capital gallega en distintos momentos de la jornada los regidores de Lugo, Miguel Fernández, y A Coruña, Inés Rey (PSdeG); así como el de Ferrol, el popular José Manuel Rey Varela.
Faltaron el socialista Abel Caballero, regidor de Vigo; y el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. Pero sí estuvieron presentes otros cargos institucionales, senadores y diputados del PPdeG en Madrid, o el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, entre otros.
Del mismo modo, varios cargos socialistas como los secretarios xerais del PSOE en A Coruña y Pontevedra, Bernardo Fernández y David Regades; así como el que fuera alcalde de Ferrol Ángel Mato y el secretario xeral de las Xuventudes Socialistas de Galicia, Xurxo Doval, siguieron la intervención de Besteiro.
A la Cámara también acudieron, por la tarde, Marta Coloret, la mujer del presidente gallego, y su madre. Además, para este debate, Rueda eligió cambiar los papeles por la tablet (ya la ha usado en otras ocasiones en otro tipo de intervenciones). Encabezaba su discurso una imagen suya en un viaje reciente a Buenos Aires, en la Plaza de Mayo.