El colectivo de jubiladas y los pensionistas de la CIG se ha concentrado este jueves en las siete ciudades gallegas para reclamar que la cuantía mínima de las pensiones sea igual al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
El colectivo, que reclama un sistema público «fuerte» y pensiones que permitan «vivir con dignidad y sin penurias», reclaman que se fije por ley la igualación de las pensiones mínimas y del SMI, que debería ser de 1.253 euros que es el 60% del salario medio, tal y como se recoge en la Carta Social Europea».
También piden que se revaloricen conforme el IPC acumulado a final del año y que se recupere el poder adquisitivo perdido con la introducción, en 2021, del índice del IPC medio.
El colectivo exige, además, la derogación de la reforma de las pensiones, desde la de 2011 hasta el último acuerdo de reforma de este año, ya que consideran que «va a dificultar, aún más, el acceso a la pensión para muchos trabajadores y trabajadoras».
En el manifiesto al que han dado lectura al término de las concentraciones, han denunciado que Galicia tiene las segundas pensiones más bajas de todo el Estado, que la pensión media es de casi 15 puntos menor que la cuantía media estatal, 173 euros menos al mes, y que, de hecho, la provincia con la pensión media más baja del Estado es Ourense.
Así, han señalado que la pensión mínima contributiva en la actualidad está fijada en 825,20 euros al mes, mientras que la pensión mínima no contributiva es de 517,9 euros. «Cualquiera de las dos cifras, claramente insuficientes para una vivienda mínimante digna dada la constante escalada de precios», ha apuntado.
Además, las CIG ha indicado que las mujeres pensionistas gallegas cobran de media 421,88 euros menos que los hombres, situado la brecha de género de las pensiones en el 33,6%. «Esto es así porque a los 65 años la brecha de las cotizaciones es de 11 años, ya que mientras que los hombres tienen de media cotizados 35,6 años, las mujeres tienen 24 años y medio», han apuntado.
Junto a esto han alertado de que actualmente, «ningún gallego y ninguna gallega cuando llega a los 65 años tiene de media los 38 años y medio que se requieren para poder jubilarse a esa edad».