La Unión do Povo Galego (UPG), el partido hegemónico dentro del Bloque Nacionalista Galego, celebra este domingo en la Cidade da Cultura su XVI Congreso, con el que conmemora 60 años de su fundación en el mejor momento histórico a nivel electoral del nacionalismo gallego.
Bajo el lema ’60 anos de loita polo socialismo e a soberanía da Galiza’, la organización de ideología marxista leninista fundada en 1964 que encabeza en la actualidad el diputado en el Congreso Néstor Rego se reúne para actualizar sus postulados políticos y renovar su dirección, con la incógnita de si el parlamentario del Bloque repetirá en un cargo que ostenta desde 2012.
El cónclave de la fuerza hegemónica dentro del frente de partidos que conforman el BNG llega en el mejor momento histórico del nacionalismo gallego a nivel de apoyo social tras alcanzar, con Ana Pontón como referente, más de 470.000 votos en las últimas elecciones gallegas.
Un momento en el que, incluso, el nacionalismo gallego ha logrado suturar las heridas abiertas durante más de una década con la ruptura de la Asamblea Nacional de Amio en 2012, en la que, precisamente, la victoria del sector encabezado por la UPG provocó la salida de los ‘irmandiños’ de Xosé Manuel Beiras. Doce años después, Beiras y Pontón sellaron la reconcialiación durante la campaña de las autonómicas.
«LUCHA POR LA AUTODETERMINACIÓN»
En un comunicado emitido este viernes, la UPG reinvidica la seis décadas de «trabajo ininterrumpido a favor de la transformación social de Galicia y de su independencia nacional» y subraya que, 60 años después, la «lucha por la soberanía nacional» continúa siendo «clave» para los objetivos políticos de la organización.
De cara a su congreso, se fija como objetivo actualizar sus análisis sobre la situación política y socioeconómica de Galicia de cara a situar al movimiento nacionalista «en un papel determinante», así como también definir su postura ante un contexto estatal e internacional que ven marcado por la «crisis social y económica» y la «inestabilidad» que provoca «la política belicista impulsada por el imperialismo».
Así las cosas, la UPG quiere «robustecer ideoloógicamente» el nacionalismo «reforzando el perfil propio» desde el «cuestionamiento» del modelo constitucional y autonómico, al tiempo que, a nivel interno, se marca como metas «impulsar» el crecimiento de la militancia y «mejorar» su funcionamiento.