La alcaldesa de Cambre, María Pan, ha perdido la cuestión de confianza, vinculada a los presupuestos para este año, a la que se sometió este jueves al no haber contado con anterioridad con los apoyos necesarios para sacar adelante estas cuestas.
La regidora obtuvo únicamente los votos de su propio grupo, Unión por Cambre, con siete ediles; los dos de Alternativa dos Veciños y el de la concejala no adscrita, diez en total frente a los once votos en contra, de PSOE (4 ediles), PP, el mismo número, y los tres del BNG.
Desde los grupos de la oposición, se atribuyó el voto en contra a la «falta de diálogo» para el diseño de unas cuentas por parte de un gobierno en minoría, algo que la alcaldesa rechazó.
«Si hoy no sale la cuestión de confianza y luego no hay moción de censura se pierden 30 días», ha dicho sobre unas cuentas de las que incidió en la necesidad de su aprobación para pagar «servicios esenciales» ante los pagos pendientes en el consistorio.
Y es que la regidora incidió en que su decisión de someterse a una cuestión de confianza — María Pan asumió el cargo tras la dimisión del anterior alcalde, Óscar García Patiño, de Unión por Cambre — obedeció, entre otras cuestiones, a la necesidad de implantar unas cuentas con un «criterio de anualidad» y el pago de servicios.
«Hay que devolver a Cambre la senda de la normalidad», ha insistido en una sesión con reproches de los grupos de PP, PSOE y BNG por «falta de diálogo» a lo que la alcaldesa respondió que sí han incluido cuestiones planteadas por figurar en los presupuestos que planteó el gobierno local y avanzó la intención de negociar en agosto con la oposición los de 2025.
«No hay una intención real de sentarse a dialogar», ha sostenido la edil del PP Diana Piñeiro. «Es imprescindible la colaboración», ha argumentado el concejal socialista Diego Alcantarilla, que denunció «decisiones impuestas» por parte del gobierno local.
«No hubo una reunión para negociar», ha apostillado Daniel Carballada, del BNG, quien no se ha mostrado partidario de una moción de censura. Frente a estas manifestaciones, desde Alternativa dos Veciños se ha defendido que está habiendo cambios y se ha pedido diálogo «a todas las partes».