La mayoría absoluta del Partido Popular en la Cámara gallega ha sacado adelante una iniciativa que reprueba las palabras con las que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recriminó en el Congreso al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que con su «historial» en el PSOE no hubiese llegado «ni a concejal de pueblo» por considerar que suponen un «menosprecio» a los ediles.
El texto incluye un segundo punto que pide demandar al Gobierno del Estado un cambio en su política «contra el municipalismo» y que «cumpla con sus compromisos y responsabilidad como son: garantizar un adecuado sistema de financiación local, la aprobación del estatuto del pequeño municipio, un apoyo real al mundo rural y un adecuado reparto de los fondos europeos entre las entidades locales».
La proposición no de ley ha sido defendida en la Comisión Primera de la Cámara gallega por la parlamentaria popular Cristina Campero, quien ha asegurado que «la falta de respeto institucional en la que está instalado el Gobierno del señor Sánchez ya no conoce límites».
«Sólo le faltaba mofarse de los concejales y concejalas de pueblo que, como yo, defienden los intereses y trabajar a destajo por mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos», ha afirmado para considerar que la Cámara debe pronunciarse «en defensa de la dignidad de los representantes municipales».
La iniciativa solo ha contado con el voto a favor del PPdeG, mientras que el Democracia Ourensana y BNG han optado por la abstención, el PSdeG directamente ha votado en contra.
Así, en primer lugar, Armando Ojea (Democracia Ourensana) ha considerado que las palabras de Sánchez «no fueron lo mejor que pudo haber dicho en ese momento». Con todo, ha optado por la abstención al considerar que las afirmaciones se pudieron deber a un momento de «nerviosismo» y al echar en falta en el texto pedir acciones a la Xunta para que se «ponga las pilas» a la hora de apoyar a las administraciones locales.
Por su parte, la socialista Patricia Iglesias ha criticado que esta iniciativa se deba a una «orden del PP de Madrid» que manda presentarla «en toda España» porque siente que su «liderazgo está debilitado entre sus propias filas». Por ello o «por la presión de Vox» solo se puede entender, en su opinión, esta iniciativa que busca «alimentar la confrontación».
Por último, el nacionalista Óscal Insua ha sostenido que se trata de una propuesta «totalmente improductiva» con el objetivo de «diluir el debate» en lugar de que el Gobierno gallego «se dedique a trabajar par dar soluciones a los gallegos».