El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha dado la bienvenida a los nuevos integrantes de su Ejecutivo, a los que ha fijado el deber de «gobernar para todos», de acuerdo con su propio compromiso sellado en sede parlamentaria, y otro objetivo añadido: «superar» a todos los ejecutivos que les antecedieron porque como garantía de que Galicia «sigue progresando»
El discurso del presidente gallego ha puesto el broche al acto de toma de posesión de los 12 nuevos conselleiros y conselleiras de Rueda –ocho de ellos juraron y los cuatro restantes prometieron–, que tuvo lugar a partir de las 9,00 horas en el Pazo de Raxoi, ubicado en la Praza do Obradoiro de Compostela.
Rueda ha salido del Hostal dos Reis Católicos (acompañado por su nuevo equipo) y se ha desplazado hasta el salón del acto, que también ha albergado a numerosos invitados, entre los que se encontraban autoridades (como el jefe del Legislativo, Miguel Santalices) y familiares de los integrantes del nuevo Consello de la Xunta, que, tras la habitual foto de familia posterior al acto, mantuvo su primer encuentro.
Tras la lectura del decreto de los nombramientos y la toma de posesión formal, con reverencias ante el presidente incluidas, intervinieron el ya exconselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, en nombre de los dirigentes que se van –en el acto una de las ausencias más comentadas fue la de la ourensana Elena Rivo, que transmitió que no podía acudir porque se encontraba indispuesta, pero sí estuvo Ethel Vázquez–.
Y en nombre de los que llegan ha hablado la responsable de Vivenda, María Martínez Allegue. Luego fue el turno de Rueda, quien tuvo palabras de agradecimiento para quienes asumen el reto de sentarse con él en el Consello de la Xunta por primera vez y también de los que le han dado el ‘sí’ para continuar «complicándose la vida. De todos ellos, ha destacado que ha sido «valientes».
UN «GRUPO DE AMIGOS»
Más agradecido si cabe se ha mostrado con los familiares de los conselleiros, antes de garantizar que, en todo caso, las nuevas «cargas» acompañadas de «renuncias» y priorizar el servicio público a tener una vida «más sencilla» también «vale la pena».
Y ha repetido uno de sus mensajes ‘clásicos’ en este tipo de actos, en los que en épocas pasadas intervenía como representante de los integrantes del Consello de la Xunta de su antecesor, Alberto Núñez Feijóo.
Considera que «una de las razones» que sustentan los sucesivos éxitos electorales reside en que los gobiernos autonómicos han sido «un grupo de compañeros» y «en muchísimos casos, un grupo de amigos» que no pelean entre ellos, sino todos juntos por el «objetivo común» de Galicia.
Tras reconocer que la tarea de diseñar su primer Ejecutivo en sentido estricto ha sido difícil, pero que tenía claro que su meta tenía que ser «buscar la exigencia», ha prometido a los gallegos devolver la «confianza» recibida en las urnas.
«Y a eso nos vamos a aplicar», ha garantizado, antes de reivindicar que, aún estando en funciones, su Gobierno «no paró» de trabajar.
«Ahora queda seguir trabajando, pero no perdimos el tiempo en absoluto», ha proclamado, en relación al periodo de gobierno en funciones incluso después del 18F. Este lunes, ya con plenas facultades y a pesar de que suele ser una fotografía de trámite, fuentes del Gobierno gallego han remarcado que el Consello de la Xunta tendrá un carácter ordinario
«SUPERAR A LOS GOBIERNOS ANTERIORES»
En esta coyuntura, agradecido a los que se van por el trabajo hecho –ha destacado que los relevos van implícitos a tener un cargo público y se ha referido a sí mismo– y también a los que llegan, ha insistido en que su meta es «gobernar para todos». «Para los que nos votaron y para los que. Para los que no, especialmente», ha apostillado.
«Para merecer su confianza y para que sean conscientes de que es el compromiso real de este gobierno, que asume con responsabilidad las tareas que tiene por delante y tiene el objetivo marcado y explicitado de superar a los gobiernos anteriores igual que espero que los gobiernos que nos sucedan a nosotros, nos superen», ha proclamado.
A su modo de ver, que sea así querrá decir que «Galicia sigue mirando hacia adelante y que sigue progresando». «Que las personas encargadas de hacerlo posible cogieron esta labor con todas las ganas del mundo, con toda la responsabilidad y todo el conocimiento. Muchísima suerte, porque nuestra suerte será la suerte de toda Galicia», ha concluido.
NERVIOS Y MOMENTOS EMOTIVOS
En el acto no han faltado los nervios y las sonrisas algo forzadas propias de quien se estrena en el cargo, pero también los momentos anecdóticos o emotivos, como el hijo pequeño de la responsable de Política Social, Fabiola García, que llamó a su madre –quien, por cierto, volvió a jurar empleando la lengua de signos– varias veces.
Muy comentada fue también la altura (él mismo mide 2,02 metros) de los hijos del nuevo conselleiro de Cultura, José López Campos, que se hicieron la correspondiente foto con el presidente Rueda, igual que otros grupos de familias o de familias ‘políticas’ –la líder del PP provincial de Lugo, Elena Candia, no faltó al acto y estuvo acompañando a sus dos conselleiros (Alfonso Villares y María José Gómez)–.
Antes de los selfies o fotos más informales, Rueda saludó a todas las autoridades de la sociedad gallega que se desplazaron al acto, con el jefe del Legislativo, Miguel Santalices, al frente.